Sábado 17 de septiembre de 2022

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Editorial y opiniones
EDITORIAL
La gente quiere paz
17 sep 2022
La gente que vive en las zonas donde se suscitaron los conflictos, ya está cansada de la violencia, de los abusos, del peligro que enfrentan en una gasificación o en una trifulca de ambos bandos, por lo que es menester que intervenga el Gobierno, mediante sus instituciones especializadas, para evitar que ese problema se agrande o se mantenga por demasiado tiempo más, la población merece vivir en paz
Ya son muchos meses que se mantiene la pugna por el mercado legal de la coca en La Paz, los vecinos se vieron seriamente afectados por las protestas y actos vandálicos, de un lado y del otro, en dicha pelea, los gases lacrimógenos de los policías que reprimían a los cocaleros, molestaban a los vecinos y las clases tuvieron que suspenderse en los colegios de la zona en conflicto.
Las acusaciones iban y venían, las protestas de un lado y del otro estaban marcadas por la violencia y el vandalismo, y para rematar, se hallaron armas y explosivos en el mercado paralelo de Villa El Carmen, pero un legislador del Movimiento Al Socialismo, MAS, sin pruebas, ya sentenció que esos pertrechos fueron financiados por el Gobernador de Santa Cruz.
En tanto que para el ministro de Gobierno, los cocaleros que reclaman por el único mercado legal de la coca, éstos cometieron delitos, y lo señaló de esta manera, ??hemos visto que esta gente ha llegado al departamento de La Paz la semana anterior, diciendo que llegaban en marcha pacífica (...). Lamentablemente, no han cometido excesos, han cometido delitos y si se demuestra la comisión de estos delitos tienen que cumplir las sanciones correspondientes?.
Sin embargo, los mismos cocaleros apuntaron a los cocaleros del mercado paralelo como personas que también intentaron una toma violenta de su mercado.
Lo cierto es que se desataron no una sino varias peleas campales entre ambos bandos de cocaleros y la Policía que intentó aplacar los enfrentamientos, pero entre todos causaron molestias y perjuicios a los vecinos de Villa Fátima y Villa El Carmen, sin tomar en cuenta la presencia de niños y de civiles que no tenían nada que ver en el conflicto.