Chile Activa Vacuna Contra El Populismo

Tras el aplastante triunfo obtenido por el rechazo a la aprobación del proyecto de Constitución presentado por la Audiencia Populista Chilena, en un plebiscito que congregó a más de 13 millones de sufragantes, de los cuales, más del 61% votó por dicha opción, los latinoamericanos ya podemos batir palmas por el inicio del fin de esa endemoniada pandemia populista y comunistoide, que desde hace veinte años, desde México hasta la Argentina, amenaza destruir nuestra convivencia democrática mediante la reforma de nuestras cartas magnas constitutivas de Estado, introduciendo extrañas fórmulas de ignotas sociedades originarias muy ancestrales, con sistemas de legislatura y justicia inexistentes.

La única salvedad con la que contamos los bolivianos es que este virus no afecta la memoria, por lo que no nos fue tan letal y pudimos recordar el referéndum constitucional del domingo 21 de febrero de 2016, donde se rechazó la reelección de Evo Morales, sin embargo, a pesar de que el �??NO�?� ganó con un 51.30% el perdedor, como mal futbolista, nos recordó que habría un segundo tiempo, en el que nos mamó solemnemente.

Algo similar ha tenido que ocurrir en Chile, al acudir al asesoramiento boliviano para preparar su plebiscito y, es más, cuando vieron asombrados la destreza de los juristas plurinacionales en la Haya, donde quedaron cautivados por sus muestras de solidaridad, al extremo que olvidaron nuestro centenario reclamo marítimo. Empero, estos asesores cipayos sí olvidaron algo muy importante, que es el patriotismo de la sociedad chilena, que todavía recuerda que allí por la década de los setenta, esta pléyade de orcos comunistas se encaramó en el poder usando la odiada fórmula derechista de la democracia participativa, impuesta por el imperio, y estuvieron a un tris de perder el país.

Fue entonces necesario el suministro de una dosis caballar de pinochectina, un medicamento usado para fines veterinarios, que, si bien no erradicó del todo la endemia, mitigó bastante sus efectos, hasta descubrir la verdadera medicina contra este mal, que consiste en el arduo trabajo y el fortalecimiento de sus instituciones, lo que sacó a Chile de ese marasmo y lo catapultó a sitiales donde ya se encontraba compitiendo con naciones del primer mundo.

Se entiende que, pese a la dura derrota sufrida por el oficialismo, la situación de éste ha quedado muy abatida y, por la presión que ejercen sus bases perdedoras, intentará volver a las medidas de presión, amparados en la necesidad de crear una nueva constitución. Suponemos que tales medidas tendrán que realizarse con mucha sutileza, ya que el resultado irrebatible del referéndum confiere a las fuerzas del orden, llámense carabineros o las mismas fuerzas armadas, la facultad para neutralizarlas constitucionalmente, aun aplicando nuevamente fuertes dosis de pinochectina, dado que habría triunfado la vacuna chilena contra el populismo.