¿Por qué esa dejadez?

En plena esquina de la Plaza de armas, 10 de Febrero, que es la zona más céntrica de la ciudad de Oruro, cuando hace poco se arregló el asfalto, que estaba literalmente bombardeado por cachorros de dinamita, existe un desnivel que dejaron seguramente después de alguna reparación realizada en el subsuelo.

Y no es la primera vez, ni el único caso en que se abre un boquete, para arreglar alguna fuga de agua, porque se olvidaron instalar el alcantarillado, hacer una instalación de gas, o simplemente existe una falla en el sistema de drenaje, cualquier motivo para que se abra un huevo es para que el mismo permanezca por años, a veces los vecinos los tapan con tierra, pero otras veces nadie se preocupa en hacerlo, y se convierte en un verdadero peligro para los transeúntes y una molestia para los conductores.

Ayer se cumplió un bloqueo de calles, por vecinos que reclaman al alcalde la atención a sus problemas, y precisamente entre sus peticiones está la atención a las necesidades básicas como escuelas, centros médicos y por supuesto la mejora de los accesos a sus barrios, esto quiere decir, la mejora de sus calles y avenidas, por donde transitan a diario rumbo a sus hogares o desde allí a sus centros educativos o a sus trabajos.

Es que los vecinos están cansados de la actitud de desidia que muestran muchas de sus autoridades, que lo único que hacen es rehacer las aceras que no Durán nada, y hace muchos años que no se tiene una obra de magnitud, que sirva buen a los orureños y que se puedan beneficiar con ella, todo lo contrario, dejan elefantes blancos que se están deteriorando sin ningún uso ni provecho para nadie.

Pocos fueron los alcaldes que realmente hicieron alguna obra de importancia, pero siempre sacando su tajada. Ya viene siendo hora de que las autoridades se pongan la mano al pecho y trabajen por su ciudad, por sus vecinos, que para eso fueron elegidas, no hablamos sólo del alcalde, ya que él tiene asesores y la fiscalización o respaldo de un Concejo Municipal que deben apoyar las buenas iniciativas o corregir errores para que las obras sirvan a la ciudadanía.

Y los ciudadanos, por supuesto que también tienen que hacer su parte, cuidando lo que se construye, haciendo uso responsable de los ambientes, infraestructuras y otros elementos que se edifican para el provecho de todos los orureños y para quienes visitan esta urbe, se debe ayudar a cuidar lo que se hace por el bien de la ciudad, porque todos tienen una responsabilidad con la tierra que los vio nacer.

Los ciudadanos deben apoyar a sus autoridades, pero éstas también tienen la obligación de trabajar para quienes los eligieron de manera democrática y por supuesto pensar siempre en el bienestar de la ciudad y su gente, no deben esperar a que les bloqueen las puertas de sus despachos, sino que deben tener la iniciativa de escuchar a la ciudadanía, ser empáticos con sus problemas y ofrecer soluciones antes que buscar culpables, sólo así Oruro volverá a ser la ciudad cosmopolita y pujante como lo fue en su pasado glorioso.