El elefante blanco de Orinoca

En eso se convirtió el "Museo de la Revolución Democrática y Cultural" edificado en Orinoca, es decir, en un elefante blanco al que nadie quiere cuidar por el elevado costo que tiene su mantenimiento, se habla de un presupuesto mensual de 35 mil bolivianos por mes.

El repositorio fue transferido a la Alcaldía de Santiago de Andamarca, que no tiene el dinero para su mantenimiento, ya que aparte del mencionado presupuesto mensual, se requiere la suma de 2 millones de bolivianos para refaccionarlo, luego de haber permanecido dos años cerrado y muchos de los objetos en exhibición están comenzando a deteriorarse seriamente.

Cuando fue construida esa obra, muchos ciudadanos criticaron la edificación porque, además de estar ubicada en un pueblo de difícil acceso, por donde pasan pocas movilidades, y de tener algo más de mil habitantes, es decir es un lugar pequeño para semejante infraestructura, la gente lo percibió como un monumento de culto a una sola persona, el expresidente Evo Morales Aima.

En un principio había bastante afluencia de personas al museo, sin embargo, no llegaban a cubrir el costo de mantenimiento, y menos lo hace ahora que está cerrado y sin visitantes, por lo que el alcalde de Santiago de Andamarca desea transferir la responsabilidad a la Gobernación de Oruro o que el Ministerio de Culturas se haga cargo, por lo que se pidió que sea nombrado "Patrimonio Cultural".

Eduardo Campos, político y analista, señaló que el museo ya cumplió su ciclo y que la vida de este repositorio terminó, "mucha gente creyó que esa idea era buena, pero con el tiempo se dieron cuenta que sólo fue una obra para el ego del caudillo. Nunca hubo una proyección turística y menos un proyecto serio", señaló.

En la actualidad se habla de construir otro museo de la "Memoria", para relatar otra parte de la historia, que una fracción de la población no reconoce, como es el "golpe de Estado", en la versión del Gobierno y sus partidarios y "fraude electoral", en la lectura de los detractores.

Quizás sería más útil construir un museo de los Niños, parecido al Pipiripi de La Paz, o al de Miami en Estados Unidos, u otros repositorios especiales para los pequeños, que les muestran y les inculcan ciertos valores de la vida cotidiana, como la higiene, el cuidado de la salud, hacer deporte, apreciar la música, el arte, el cuidado del medio ambiente y el amor por los animales, en especial de las mascotas.

Además de todos esos espacios, los niños, a la vez que fijan su motricidad gruesa y fina, con diversas actividades, aprenden jugando sobre hacer compras en el mercado, cómo funciona el banco y otras instituciones. Además de ser una exhibición de trajes típicos y una muestra de la cultura del país, donde aprenden a amar y respetar esta tierra.

Muchas obras útiles, que den fuentes de empleo a mucha gente y diversión sana a los niños, se pueden hacer, pero se debe tener visión de futuro, más allá de las situaciones que suponen una controversia entre grupos, además que en Oruro son escasos los lugares donde los niños pueden disfrutar, sin sentir frío, y aprender a la vez que están jugando.