Los bolivianos sabemos que la ideología del vicepresidente apunta a regresar al consumo de los ancestros, es decir, que se popularicen los manjares tradicionalmente nacionales, que sí se consumen, pero tienen alto contenido de carbohidratos, ya que por lo general llevan papa, chuño o papa deshidratada, arroz y fideo en un solo plato, y para ser saludables sólo hay que saber equilibrar una dieta balanceada y ejercicios
Esa fue la extraña observación que hizo el vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca, porque según explicó, los paisanos de esta nación andina consumimos mucha comida “chatarra” y transgénica, y también señaló que ese tipo de alimentación se lleva más vidas que el Covid-19.
“Muchos de nosotros estamos con barbijo, nos han hecho creer lo que a ellos les conviene. Todos hablamos del coronavirus, el coronavirus se ha llevado menos de 10 millones de personas en el mundo, han muerto por coronavirus menos de 10 millones, pero, hermanos, nadie habla de la comida chatarra, de la comida transgénica que en el mundo han muerto 18 millones de personas y nadie dice nada de eso”, afirmó.
Sin embargo, en el mundo han muerto muchos millones más de personas por diversas causas, pero lo que hizo letal al coronavirus, además de la cantidad de pacientes, la velocidad con la que mató a ciudadanos del mundo, es decir, en pocos meses se dieron esas muertes y el virus parecía incontrolable porque era sumamente contagioso, por lo que esa comparación no tiene asidero científico.
Tampoco precisó quiénes son “ellos”, es decir, quienes “nos han hecho creer lo que les conviene”, pero añadió que “a veces tomamos gaseosas con mucho azúcar y por culpa de eso mueren cada año nueve millones de personas con cáncer, por eso, no solamente necesitamos descolonizar la cabeza, el pensamiento, sino necesitamos descolonizar el estómago. Nuestro objetivo es volver a ser personas sanas”.
Lo que es cierto y científicamente comprobado es que el azúcar es alimento para microorganismos y puede ser una causa para contraer cáncer. También es verdad que los refrescos, inclusive los jugos, que se venden como “saludables”, inyectan demasiada azúcar en el organismo, además que es adictiva y por eso casi todos los alimentos, al menos los procesados, contienen azúcar.
Que hace falta un cambio de pensamiento para mejorar como personas y como sociedad, es evidente, pero debemos comenzar por dejar de buscar enemigos en todas partes y hallar soluciones a nuestros problemas, sin culpar a otros, sino haciéndonos responsables de nuestras propias acciones y decisiones.
Asimismo, el vicepresidente señaló que el objetivo es volver a ser personas sanas, estamos todos de acuerdo, ¿quién no quisiera serlo durante toda su vida?, pero para ello se deben cambiar los hábitos de consumo, además de mejorar la economía, ya que a veces no queda otra alternativa que consumir pan, fideo, arroz y otras alternativas “baratas” que contienen altas dosis de hidratos de carbono o carbohidratos que se convierten en azúcar en la sangre.
Por otra parte, Choquehuanca señaló que “los jóvenes que están empezando a ser líderes hay que ayudarlos, tenemos que alimentar la rebeldía”, estamos de acuerdo, pero habría que analizar contra qué desea, el segundo mandatario de Bolivia, que se revelen los jóvenes nacidos en esta tierra, ya que no se puede fomentar que lo hagan contra su propio país.
Los bolivianos sabemos que la ideología del vicepresidente apunta a regresar al consumo de los ancestros, es decir, que se popularicen los manjares tradicionalmente nacionales, que sí se consumen, pero tienen alto contenido de carbohidratos, ya que por lo general llevan papa, chuño o papa deshidratada, arroz y fideo en un solo plato, y para ser saludables sólo hay que saber equilibrar una dieta balanceada y ejercicios.
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