Las formas financieras nacidas en Bolivia

Existen dos formas de encarar las finanzas que nacieron en Bolivia, por cultura, por costumbre y porque en el país reina la informalidad, entonces para muchos bolivianos es difícil hacer el uso de los bancos para obtener un préstamo que luego podría asfixiar su economía, por lo que recurren a dos formas de financiar sus proyectos, el pasanaku y el anticrético.

El anticrético es una forma de préstamo que consiste en una relación de confianza y reciprocidad por la que el propietario de una vivienda “presta” su casa por un tiempo determinado, por lo general un año obligatorio y uno opcional, y el arrendatario o anticresista paga una suma mayor a la que cancelaría en caso de alquilar el inmueble, pero lo hace una sola vez y el detalle aquí es que al término del contrato podrá recuperar su inversión.

Estas formas financieras requieren de la colaboración de todos, de la reciprocidad y la confianza de los involucrados, por lo que generalmente se reúnen entre personas conocidas, quienes muchas veces además de “jugar” el pasanaku ahorrando dinero, aprovechan de reunirse y compartir una reunión social.

Algunas otras formas de economía, que probablemente no sólo se practique en Bolivia, son las ferias del trueque, es decir, se crean espacios donde las personas llevan cosas que no les sirven y las cambian por otras que les serán de mayor utilidad, es una forma de “ayni”, es decir, de compartir y de reciprocidad, que al igual que las otras formas de prácticas financieras, se basa en la confianza y en el apoyo que se pueden brindar unos a otros.

Es algo extraño que en una sociedad en la que reina la corrupción, según datos de rankings internacionales, se practiquen formas de economía y/o finanzas basadas en la confianza y la reciprocidad, por supuesto que en el caso de los anticréticos se tienen medidas legales para evitar los fraudes y están inscritos en las leyes sobre alquileres; aunque en el pasanaku no hay ningún contrato de por medio, el procedimiento se basa enteramente en la confianza y es por eso mismo que los grupos suelen organizarse entre amigos o compañeros de trabajo.

Estas formas de finanzas nacieron en Bolivia de la cultura de la confianza, por lo que nos dan una esperanza de que entre los ciudadanos no hay una vocación en la corrupción, sino todo lo contrario, los bolivianos podemos confiar unos entre otros y se puede erradicar la corrupción, por lo que los políticos deben demostrar esa voluntad para ofrecer al país días mejores.