El potencial turístico de Oruro

Desde los orureños y hasta gente de otros lugares, cuando piensan en Oruro lo primero que se les viene a la mente es el Carnaval, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, pero esta alta tierra altiplánica ofrece muchos más atractivos que no se saben explotar, pues hay descuido tanto de las autoridades como de los mismos ciudadanos.

Es cierto que además del Carnaval, se tiene atractivos naturales y algunos en los que intervino la mano del hombre, como es el caso de la ruta de templos y capillas, otro atractivo es su exótica gastronomía, pero nada de esto se explota por la mala atención que se ofrece al cliente y la falta de promoción de ciertos sitios.

Tenemos también una ruta de museos que se pueden abrir todo el año, pero sólo se exponen en fechas especiales, algunos sí se pueden visitar todo el año, pero se debe tener mayor cuidado para que éstos perduren por muchos años.

Afuera de las instalaciones del museo en sí, los coches y otras locomotoras se deterioran con el paso del tiempo, sin que nadie haga algo por preservarlas o al menos mantenerlas algo más limpias para evitar que terminen corroídas y desaparezcan, pues esos vestigios traen a la memoria momentos de gloria que tuvo Oruro en la época de los ferrocarriles y de la minería.

Asimismo, en torno al museo se tiene casas abandonadas y algunas oficinas que pertenecieron a la Corporación Minera de Bolivia, Comibol, donde inclusive se conservan algunos documentos. En ese lugar se puede reconstruir las casas y adecuar las oficinas, para usarlas como complejo turístico, donde se puede alojar a personas que quieran conocer más del Oruro glorioso, además de dar un corto paseo en tren.

Las casas se pueden convertir en cabañas que reciban a los turistas, algunas oficinas pueden ser restaurantes o comedores donde se pueda degustar gastronomía típica de Oruro, la pulpería puede convertirse en una tienda de productos típicos o souvenirs para los turistas, donde se puedan adquirir artesanías relacionadas a los trenes, a la minería y a la cultura orureña en general.

Si se vale soñar, también se pueden acondicionar los vagones del tren para convertirse en bibliotecas rodantes o se puede tener guías turísticos que vayan relatando la historia de Oruro y sus maravillas durante el viaje desde la capital hasta Machacamarca.

Y no sólo existe Machacamarca como destino turístico, también están las poblaciones como Poopó, Huanuni, Quillacas, Salinas de Garci Mendoza, y muchas otras más, pero se necesitan albergues que ofrezcan cierta comodidad e higiene, que se tenga una buena gastronomía, es decir que se preparen buenos platillos, típicos y variados, con el respectivo control sanitario, también se debe brindar baños limpios y hasta con duchas, como lo hacen en algunos pueblos de La Paz y Potosí.