Dos errores del proceso de cambio

Las protestas sociales, la disconformidad, la desconfianza se apoderan nuevamente del país en las últimas semanas; los primeros meses de 2012 son de alta intensidad en cuanto a conflictos sociales se refiere para el gobierno, los ministros llaman constantemente a diálogos, que son rechazados por los sectores en conflicto, ellos piden dialogar directamente con el Primer Mandatario, y como es debido el Presidente del Estado Plurinacional ordena que los ministros de cada sector resuelvan el problema.

Por un lado, los sectores sociales ya no confían en los actores intermedios del Gobierno, y por otro, los llamados a resolver los conflictos se perdieron en el camino, se olvidaron, o claramente nos demuestran que no saben cómo se debe conducir este proceso denominado hoy por hoy de cambio, por lo que no tienen ninguna incidencia política en el país, el claro ejemplo son los gobernadores de algunos departamentos, que no levantan la mano ni la voz para defender al Presidente.

Una medida acertada para el desarrollo de Bolivia, es la jornada laboral de 8 horas para el sector salud, pero los ciudadanos no expresan su apoyo al decreto 1126, debido a la desconfianza que el entorno de Palacio de Gobierno sembró en la gente, esa falta de confianza se expresa también en la marcha de los indígenas del Tipnis.

Está claro, la población y los sectores sociales ya no confían al cien por ciento en los actores intermedios del Gobierno, por lo cual muchas medidas aunque acertadas no tendrán el respaldo suficiente por parte de los ciudadanos, ¿cuál es el origen de la falta de confianza? Identifiqué dos errores que cometieron los denominados actores intermedios del Gobierno.

Primer error, la alianza que generó un Senador del MAS en las elecciones generales del 2009 con la Unión Juvenil Cruceñista, agrupación de jóvenes que golpeó despiadadamente a todo aquel denominado colla, campesino, colonizador o indígena, en las jornadas de septiembre de 2008 a título de autonomía, actos vandálicos que derivaron en un intento de golpe cívico prefectural en la ciudad de Santa Cruz, y a esto se suma el pacto en la Gobernación de Beni, protagonizada por una ex Miss Bolivia, con actores que destrozaron la economía del país, vendieron los recursos naturales, y masacraron a la población en el denominado febrero rojo y octubre negro de 2003, no es posible entender como el principal partido político del 2005, ahora el único partido que tiene respaldo de más de dos tercios de la población boliviana, por su lucha consecuente, honesta y firme, termine aliándose con personajes del MNR, partido que se vendió a los intereses transnacionales.

Segundo error, las luchas constantes de los indios a lo largo de la conquista española, el manifiesto de Tiawanacu, los libros de Fausto Reynaga, las resoluciones de la Csutcb, y otras acciones indígenas, cuestionan claramente el desarrollismo y el concepto de vida de los europeos, que colonizaron el Tawantinsuyo el año 1532, dichos manifiestos, libros, resoluciones, fueron la bandera de lucha política e ideológica de los indígenas por más de 500 años, siendo estos, el principal discurso del proceso de cambio, poniendo como alternativa a la forma de vida occidental, un desarrollo armónico entre el hombre y la naturaleza, la filosofía de la tierra sin mal, ama sua, ama llulla, ama kella, y que finalmente se expresó en dos palabras de profundo significado filosófico “Vivir Bien”.

Hoy, olvidando toda manifestación ideológica del pasado, se intenta implementar una visión de vida ajena para los indígenas del Tipnis, no se puede decir que la carretera traerá desarrollo, si fuera así, ¿la preciada cultura Aymara, Quechua, Guaraní y otras antes de la conquista española fue pobre?, es decir ¿estas culturas nunca generaron desarrollo de acuerdo a su propia concepción de vida?, por lo cual ¿la llegada de los españoles fue favorable para el Tawantinsuyu?, son preguntas que pueden generar un resquebrajamiento de la estructura ideológica del proceso de cambio, además debemos recordar que cada día son menos los pueblos indígenas en el mundo, a causa de un vertiginoso desarrollo mundial, que disque sacará de la pobreza a los hombres.

Es evidente que existen otros yerros políticos, económicos y sociales, yerros que son comprensibles en la construcción de un Estado Plurinacional, pero los señalados no son fáciles de comprender, pues estos dañan la estructura misma de la revolución democrática y cultural, y sin duda estos dos errores son altamente peligrosos en los mismos cimientos de la estructura ideológica, pero también es indudable que dichos errores, fueron cometidos por actores que se olvidaron de la historia política, no comprendieron el proceso de cambio, o lo hicieron intencionalmente para dañar la aspiración de cambiar nuestro país.

Si bien el Gobierno aún es fuerte, robusto y sólido, se debe indudablemente a las innumerables decisiones acertadas del Presidente, pero estos son opacados por el entorno, que prefiere cuidar la pega e intereses particulares, en vez de profundizar la plurinacionalidad que les costó sangre y luto a los bolivianos.

(*) Exdiputado Nacional