La Paz y su magia aymara

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Nuestra Señora de La Paz, conocida como “La Paz”, en aymara y quechua: Chuqiyapu, o españolizado Chuquiago, Chuquiabo o Choqueyapu, es la sede de Gobierno y centro político, financiero, social, académico, cultural más importante del país, considerada como el departamento con mayor nivel de desarrollo sostenible en Bolivia. En su seno está la magia de su corriente aymara.

Está ubicada en la parte Norte de Bolivia en un cañón creado por el río Choqueyapu, rodeada por las altas montañas del altiplano, entre ellas el imponente Illimani, cuya silueta fue el emblema más importante de La Paz desde su fundación. Tiene una altura promedio de

3.640 m s. n. m.

El área metropolitana de la urbe paceña, que incluye a los municipios vecinos de El Alto, Viacha, Achocalla, Mecapaca, Palca, Laja y Pucarani, tiene una población estimada de casi 2.5 millones según proyección, siendo el segundo departamento más poblado de Bolivia detrás de Santa Cruz de la Sierra.

La fecha libertaria de este departamento es el 16 de julio, recordando a su protomártir, Pedro Domingo Murillo, quien dejó la frase célebre: “La tea que dejo encendida, nadie la podrá apagar”, impulso que permitió su liberación del yugo español.

Durante la Guerra Federal (1898-1899), provocada por la disputa entre liberales y conservadores para definir cuál departamento sería la sede de Gobierno, el general José Manuel Pando, se llevó a La Paz la sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo de Bolivia, convirtiéndose en el centro político y administrativo más importante del país.

La Paz es responsable de generar el 25% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, además de ser la sede central de numerosas empresas e industrias bolivianas.

Además es una síntesis de cultura y naturaleza de gran riqueza turística como el místico Lago Titicaca, las grandes ruinas preincaicas, los caminos precolombinos, el Valle de Zongo y los majestuosos picos de Los Andes de la Cordillera Real, el Chacaltaya, el Illampu, el Huayna Potosi y el Illimani, una de las montañas más bellas del mundo, considerada como símbolo guardián.

Dentro de sus reconocimientos se destaca que, desde el año 2014 se consideró como una de las nuevas siete ciudades maravillas del mundo, y en 2019, Lonely Planet la incluyó en el top diez del ranking “Best in Travel” 2020.

CULTURA

La cultura paceña está marcada por costumbres del mundo occidental y valores ancestrales de los pueblos Aymaras y Quechua, por esta razón La Paz es considerada como el epicentro del tejido cultural e histórico de Bolivia.

Entre los platos típicos de esta región está el plato paceño, el chairo, fricasé, ají de lengua, Thimpu y Quesumacha.

El folklore paceño tiene arraigo en lo ancestral, desde los denominados Kantus de Charazani hasta la cultura Kallawaya, Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, declarada por la Unesco. También se caracteriza por realizar manifestaciones culturales en función a sus patrones o fechas históricas.