El capitán debe hundirse con su barco

Las palabras del secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana, COB, Juan Carlos Huarachi, recordaron a la creencia citada en el epígrafe, los capitanes de barcos solían ser los últimos en buscar la salvación cuando su nave se hundía, por lo general, los buenos capitanes se aseguraban primero que tanto pasajeros como tripulantes estén a salvo, además era símbolo de honra el quedarse pase lo que pase.

Huarachi criticó a los políticos que en 2019 estaban en el Gobierno, porque presentaron su renuncia de forma masiva y muchos huyeron del país y otros tantos se refugiaron en la embajada de México, por lo que el dirigente obrero reclamó diciendo “la COB y esta camada de dirigentes (del Pacto de Unidad) no nos hemos escapado, hemos estado aquí, hemos dado la cara al fusil, a la bala”.

Huarachi, quien durante las jornadas de convulsión que vivía el país entre octubre y noviembre de 2019 estaba al frente del ente matriz de los trabajadores, recordó que hace dos años, el 28 de julio de 2020, organizaron las movilizaciones para lograr que el gobierno de Añez convoque a elecciones.

Asimismo, para el dirigente obrero, algunos “expolíticos” de entonces intentan “denigrar y maltratar” a la COB, lo que, en su criterio, son intentos de desestabilización a la dirigencia nacional. “Piensan que haciéndose a las víctimas van a retomar el poder político o el poder social”, señaló y lamentó que los políticos de entonces “nos hayan abandonado”.

Está claro que esas palabras son un reproche para expresidente, exvicepresidente y algunos ministros, quienes se fueron del país, dejándolo convulsionado y a su suerte, y aunque Huarachi y sus seguidores comulgan con la versión del golpe de Estado del Gobierno, tienen sus roces con algunos exgobernantes, aunque desde el partido de gobierno intentan negarlo con vehemencia.

Huarachi es uno de los que pidió la renuncia del entonces presidente de Bolivia, Evo Morales, pero luego se puso al lado de su partido, el Movimiento Al Socialismo, MAS.

No obstante, los dirigentes de la COB, desde el último gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario, MNR, comenzaron a usar la estrategia de apoyar al partido que está en el poder, para obtener su atención y que sus reivindicaciones sean escuchadas y al parecer la misma se mantiene, porque ahora apoyan al actual gobierno, del MAS, pero se pelean con los antiguos dirigentes del partido político.

Con el apoyo que la actual central de trabajadores brinda al Gobierno, han logrado que se tomen en cuenta sus peticiones y formar parte del “pacto de unidad”, pero los dirigentes de la COB deben trabajar por y para sus bases, aunque para ello deban enfrentarse al poder político.