Educación: ¿Formar personas o centralizar la información y el conocimiento disciplinar?

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Nos animamos a tocar nuevamente el tema por varias razones tomadas de nuestro contexto:

1. Ampliación de la vacación o descanso pedagógico, por lo cual se verá la modificación del calendario escolar para cumplir los 200 días hábiles.

2. Algún dirigente de los padres de familia pide, para que se nivelen sus hijos e hijas, que se pueden habilitar incluso los días sábados para cumplir el calendario escolar establecido por el gobierno.

3. Desde el Ministerio de Educación se manifiesta que se desarrollará un programa de lectura, razonamiento, etc., que permitirá la nivelación de los estudiantes, no solo por la ampliación de la vacación sino también por el COVID- 19.

4. Ofrecimiento de cursos de nivelación en matemática, lenguaje, gramática, escritura.

5. Ofrecimiento de lectura de cantidad de palabras en minutos…etc.etc.

Podríamos mencionar algunas citas más, pero nos quedamos con estas cinco, debido a:

2. Si la información y el conocimiento debíamos beber en los centros escolares, hoy buceamos en un océano, pues como afirmamos, la información está en el bolsillo.

3. En el pasado siglo, los programas curriculares estaban centrados en la información y el conocimiento, que están divididos en asignaturas y estas en contenidos que se debían concluir, sin importar el cómo.

4. Se siguen priorizando los contenidos, mejor si para este objetivo se recurren a textos de grandes editoriales, o como en el caso presente a emitidos desde el Ministerio, sin la posibilidad de alternativas.

5. El currículo está concentrado en disciplinas y contenidos a ser aprendidos sin considerar el cómo, el porqué y el para qué.

6. La evaluación sigue siendo mediante exámenes únicamente, priorizando en más de los casos, la memorización de la información.

7. La lectura y la escritura entendidas como simple decodificación y codificación.

8. Desconocimiento del juego como metodología de aprendizaje, así como las emociones presentes en los aprendizajes.

Parece pertinente ubicarse que estamos en el siglo XXI, donde la información está al alcance de todos, entonces se preguntarán ¿cuál el papel de la escuela?, la respuesta es única: FORMAR PERSONAS, tomando en cuenta sus potencialidades, desarrollar las mismas, ya no repetir, sino aprender a construir el conocimiento, a analizar y pensar con profundidad.

Descubrir y desarrollar sus competencias para ubicarse en una sociedad que demanda inteligencia y creatividad, entendidas como la capacidad de resolución de problemas, saber enfrentar situaciones desconocidas, darle utilidad a la información, al conocimiento. El fin: ser una persona exitosa, que responda a los desafíos que se le presenten, lograr la felicidad, como dicen los especialistas y las instituciones dedicadas a la educación: HUMANIZAR AL SER HUMANO.

Pero, ¿cómo alcanzar este objetivo?, existen varios medios, pero uno de los más importantes y decisivos es LA LECTURA , por eso cuando escuchamos a la autoridad de educación señalar que se llevará adelante un programa de promoción de la lectura, nos alegramos, pero también nos preocupamos debido a que, debíamos contar previamente con un plan lector, que equivale a una buena selección de lecturas, luego trabajar con estrategias, organizadores gráficos, etc. para lograr la comprensión de las mismas, pues también nos llama la atención los libros que ingresan a las aulas a título de literatura, sin que alguna autoridad controle lo que se lee en las mismas.

Además, se debe diferenciar el texto escolar, que es el que tiene “los contenidos curriculares” del texto literario, ya que cumplen diferentes funciones.

También nos enteramos que se recurrirá a personas entendidas en la lectura, al respecto somos escépticos, debido a que los acontecimientos en todo aspecto nos están dando la visión de monopensamiento, pero, si es esa la pretensión, nos complace porque habrá que recoger de la experiencia, del conocimiento y del saber de personas valiosas que tiene el país, para no concentrarse únicamente en los correligionarios. Eso ya no está dentro de los cánones de la democracia, puesto que en ella prima el pensamiento divergente, y no, el convergente.

Las autoridades educativas, principalmente debieran tener tuición y control sobre lo que leen nuestros estudiantes, no por elección propia, sino por sugerencia de sus docentes.

Recordemos que existe una tipología del texto, ya que el conocimiento, la información abarca diferentes aspectos, por eso los libros son de carácter informativo, expositivos sobre las diferentes ciencias, disciplinas, etc., también están los textos argumentativos, publicitarios, de carácter apelativo, etc., pero en la materia o disciplina que se consigna como lenguaje, literatura está la lectura de textos literarios que van desde la poesía, las narraciones, fábulas, leyendas, novelas, obras de teatro, pero dentro de los cánones de la estética, del arte porque la literatura es arte que se construye a través de la palabra explotada en todo su caudal creador, connotativo, cargado de metáforas que exige de los lectores descubrir a qué se hace referencia.

¿Por qué insistimos en el texto literario? Porque en la literatura se refleja toda la historia de la humanidad con todas sus grandezas, miserias, etc., pero trabajadas desde el lado estético de la palabra, desde su dimensión creadora que nos transporta a mundos paralelos, evidentemente cargados de fantasía, de imaginación, pero dentro del marco de los acontecimientos humanos.

Pareciera que hubiéramos perdido el concepto de literatura, pues, nos sorprendemos cuando los lectores adolescentes, en especial buscan lecturas como ellos dicen de la “realidad”, como espejo, u obras de terror, etc. ¿Alguien dijo que la literatura no refleja la realidad?, creo que nadie, solo que ella recrea, re-crea, para deleite de nuestra sensibilidad.

Las historias que reflejan las obras literarias están dando una visión la vida misma, que tienen sus creadores para que el lector forma la propia, por eso la literatura contribuye también a la formación y desarrollo de nuestras emociones, de la resiliencia, de la empatía, que tanta falta nos hace hoy debido a la situación que vivimos como producto de los cambios que se van dando en todo aspecto, muchas veces, por nuestro propio descuido o falta de conciencia sobre nuestra vida, la naturaleza, etc.

Nos sorprende también que se priorice la lectura de autoayuda, la que aparentemente soluciona nuestros problemas existenciales, o aquellas que nos dan la receta de ser triunfadores en un mundo competitivo, que demanda de nuestra creatividad, pero no simplemente para la acumulación de riqueza material, sino prioritariamente de riqueza humana.

Por este panorama nos preguntamos, ¿qué está sucediendo? ¿Por qué nos hemos desviado de la ruta de la literatura? ¿Estamos entendiendo ella como simple lectura de obras sin importar si nos realmente literarias, si contribuyen al desarrollo de nuestra capacidad de inferencia, literal y crítica? Pero ante todo si estoy construyendo valores, principios, ética que regirá nuestro comportamiento.

¿Quién le pone el cascabel al gato? Pues tomamos para mayor comprensión las siguientes afirmaciones, que las compartimos.

¿Qué es la literatura?

ü Es una de las formas de comunicación artística en la que se utilizan las palabras para crear obras de arte.

ü Es el arte de comunicar un mensaje organizado con palabras de tal modo, que transmiten belleza y despiertan una sensación o un sentimiento determinado.

Es una posibilidad de la realidad.

Es un modo de conocimiento de la realidad.

Es una forma de lenguaje.

Es un estilo de vida.

Podemos decir, que la literatura es un modo de transcendencia.