La manipulación es cuando alguien se vale de muchos artificios para hacer que otra persona haga lo que quiera, por lo general usan la culpa y/o el miedo, otras veces se enojan o se hacen las víctimas incomprendidas.
Los manipuladores son personas que saben usar las emociones para conseguir de los otros ciertas reacciones, para sentirse en control de los demás. Pueden llegar a anularles la voluntad a sus víctimas, con tal de conseguir que se haga lo que éste quiere y como lo desea.
Para evitar caer en las redes de un manipulador o una manipuladora, te voy a indicar seis pasos a seguir:
1.Bloquea su actitud de víctima. A los manipuladores les encanta hacerse a las víctimas, en primer lugar no caigas en su juego, evita sentirte culpable, porque lo primero que hará será echarte la culpa y victimizarse.En segundo lugar, no te dejes arrastrar a su juego, si es posible verbaliza el rechazo a la víctima diciéndole por ejemplo, “por favor no te hagas a la víctima”, o “deja ese papel de víctima, que no te queda”.
No dejes que lleve la conversación hacia la persona, es decir, si te está culpando, ataca el problema con una buena argumentación y no te centres en los defectos de la persona, puedes disculparte si se sintió ofendido, pero no te lo tomes a pecho y no admitas una culpa que no te corresponde, puedes decirle: “me disculpo si hice o dije algo que te haya ofendido, no fue mi intención, pero…” y luego argumentas los hechos pero no te sientas culpable.
2.No dejes que haga una pataleta. Normalmente, cuando el manipulador no consigue lo que quiere arma una pataleta, se enoja, grita, insulta.
No te pongas en plan de niño berrinchudo, mantén la calma y no le respondas de la misma manera porque la tensión subirá. Tampoco vayas detrás, no le hagas caso, no le des la razón pero tampoco le discutas ni le cónsules, cuando se le haya pasado la rabieta podrán hablar con más calma. No cedas a su chantaje emocional.
3.Ignora su agresividad. Es probable que el manipulador se ponga agresivo y lo notarás en su tono y lenguaje cuando te hable, puede ponerse grosero agresivo y hasta violento al hablar. No debes permitir que te falten al respeto, si intentas razonar, calmarlo y nada funciona, es mejor que te retires del lugar y lo ignores por completo para que pare.
4.Hazle ver que no eres una persona fácil de manipular. Una de las maneras que tiene le manipulador para conseguir lo que quiere es menospreciar tus capacidades o virtudes, por lo que debes mantener la seguridad en ti mismo o misma, pues tú sabes quién eres y lo que vales.
Por eso es preciso que fortalezcas tu autoestima, conociendo tus fortalezas y tus debilidades, para que en el momento en que las saque a relucir sepas que eso no te define como persona y tú sabes cómo aminorar esas debilidades y potenciar tus virtudes. Debes saber que no está mal decir NO, y nunca renuncies a tus derechos.
5.Ve con cuidado ante su falsa confianza. Decimos falsa confianza porque te hará sentir que es una persona muy confiada en sí misma, atacando tu autoestima, pero ten presente que siempre tienes que trabajar en fortalecerla para que en el momento en que te ataquen por ese lado te mantengas firme y no caigas ante esos ataques.
Huye de los aduladores, porque primero se ganan tu confianza para luego atacar tu autoestima, está bien recibir halagos, pero cuando son excesivos los piropos y las atenciones, sospecha de esa persona porque quiere conseguir algo de ti. Después de tanta atención y adulación pasará poco a poco a la descalificación y a los insultos, no dejes que nadie te degrade ni denigre, mantén firme tu seguridad en ti.
6.Que no te lleve al pasado. La persona que manipula, en una discusión suele llevarla al pasado, cuando en una situación similar fue víctima y trata de revivir ese momento en lugar de centrarse en el presente.
En este caso usará absolutos, es decir, los siempre, los nunca, todos, por ejemplo, “tú siempre te enojas”, “tu nunca me escuchas”, “haces sentir mal a todos”, “todos están en mi contra”. En ese caso es mejor traerlo siempre a tiempo presente y puntualizar con preguntas, “¿siempre?, dime si me enojé ahora”, “¿nunca?, te estoy escuchando ahora mismo”, “¿quiénes son todos?”.
Recuerda que somos espejos de otras personas y viceversa, entonces pregúntate, ¿en qué situaciones o momentos estoy manipulando a alguien? Por ejemplo, si te enojas, lloras o culpas a alguien de algo porque no te da la razón o no consigues que haga lo que tú quieres, te estás poniendo en el papel del manipulador, cambia esa conducta por tu propio bien, si tú cambias lo hace tu entorno, cambian las personas y si no lo hacen se van de tu lado.
Espero haberte ayudado con estas claves y puedas usarlas para que nadie te someta ni caigas en juegos que pueden llegar a dañarte.
Es Coach diplomada en Coaching Femenino, Coaching Ontológico,
certificada en Bienestar Emocional,
PNL y Liderazgo Femenino, diplomada en Animación a la Lectura
Cel. 76141388
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