Miercoles 09 de mayo de 2012
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Editorial y opiniones
Economía de palabras
Un testigo incómodo
09 may 2012
Por: Humberto Vacaflor Ganam
Cinco años después de haber traído a la Jindal Steel & Power a Bolivia, el Gobierno no sabe cómo deshacerse de este testigo incómodo que ha venido a poner en evidencia que no hay gas natural para el desarrollo de Bolivia.
En las últimas horas parece haber descubierto la fórmula para eliminar al testigo: la ruptura del contrato “por incumplimiento” de parte de la Jindal.
Lo que le pasó a esta empresa podría servir como escarmiento para todas las empresas que quisieran venir a invertir en Bolivia.
Tres años demoró el Gobierno en cumplir, sólo en una mínima parte, su compromiso de entregar los terrenos donde la empresa debía operar para ejecutar el proyecto siderúrgico.
Llegó un momento en que un funcionario de Jindal preguntó al Gobierno si quería que la planta siderúrgica la instale en la punta del cerro, o en el aire.
Resuelto, en parte, ese detalle (en el camino quedaron dos ministros de minería cambiados y un gerente de la empresa estatal acusado de corrupto por el propio Gobierno), la empresa comenzó a construir las instalaciones y traer los equipos.