Ser influencer se ha convertido en trabajo

En la actualidad se ven trabajos que no habían hace años, antes de la era del Internet y las redes sociales, obviamente los tiempos cambian y todo se adapta a la tecnología del momento y de lo que se inventa para la vida diaria, lo que antes era considerado un pasatiempo es ahora un trabajo.

“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida", es una frase atribuida al gran sabio Confucio, se refiere a que cuando alguien hace el trabajo que ama no lo siente como una obligación, sino como un deleite, por lo que esa frase adquiere sentido con esa explicación.

Con la aparición de las redes sociales, muchos jóvenes tomaron como pasatiempo tomarse fotos y filmar videos de contenido muy variado, aparecen en situaciones graciosas, cantando, bailando, ofreciendo tutoriales de todo tipo, y entreteniendo a las personas y al hacerse conocidos y conseguir seguidores, se convierten en influencers porque tienen cierta influencia en la vida de los jóvenes.

De esa manera, el ser influencer se ha convertido en un trabajo remunerado, lo que cobre cada uno, no está regulado en la Ley General del Trabajo y tampoco en ninguna normativa legal, por lo que en este caso pueden cobrar lo que deseen y los clientes deciden si pagarán o no el precio.

De manera reciente, una persona buscó a la influencer Albertina Sacaca para solicitarle sus servicios publicitarios y luego difundió un video en el que se escucha a la tiktoker hablar de precios, por lo que muchos la criticaron por cobrar de 700 a 1.000 dólares por publicitar un producto, otros la defendieron, y por supuesto el video "denuncia" también tuvo aplausos y críticas.

Sin embargo, en la Constitución Política del Estado está garantizado el derecho al trabajo y en el Artículo 46 I., señala "Toda persona tiene derecho: 1. Al trabajo digno, con seguridad industrial, higiene y salud ocupacional, sin discriminación, y con remuneración o salario justo, equitativo y satisfactorio, que le asegure para sí y su familia una existencia digna.", por lo que la joven Albertina Sacaca no está cometiendo ningún delito al cobrar por prestar su imagen.

Las modelos de mayor renombre del mundo cobran millonarias cifras por participar en un desfile de modas o aparecer en un anuncio publicitario, por lo que no tiene nada de raro que Sacaca cobre por prestar su imagen para publicitar algún servicio o producto.

Y todos los jóvenes que se ganan la vida como influencers se lo tienen bien ganado, ya que para serlo se debe pasar bastante tiempo en filmar, ingeniárselas para hacer algo original, chistoso o enseñar alguna habilidad, que eso sea para ellos, considerado un trabajo o no, depende de qué tanto lo disfruten, siguiendo la premisa de la frase atribuida a Confucio.