¿Dónde quedó la libertad de expresión?

“El derecho a la protesta está garantizado”, señalan autoridades del Gobierno central, sin embargo, salen contramarchas y se arresta a personas por “hechos vandálicos” que muchas veces perpetrar los mismos grupos de choque. El derecho a la protesta forma parte de la libertad de expresarse y algunos ciudadanos no están de acuerdo con algunas políticas que se aplican en el país, por lo que salen a marchar para hacer conocer su descontento.

Es perfectamente válido que las personas organicen marchas y hasta huelgas, en señal de protesta por algunas decisiones con las que no estén de acuerdo, sin embargo, los seguidores del partido gobernante no permiten que nadie reclame, ni “hable mal” del Gobierno, cuando ellos tuvieron, en su momento, libertad de hacerlo.

Es tiempo que en Bolivia haya igualdad y equidad, además de una justicia transparente para todos y cada uno de los nacidos en este país, ¿por qué no se arresta a los grupos de choque, que salen a buscar problemas, insultan y lanzan objetos contundentes a los marchistas? Los grupos de choque lo que hacen es incitar a la violencia, lo cual también es un delito.

Y ni qué decir de los bloqueos, esa sí es una manera ilegal de protestar, pero si la medida es contra un gobierno no alineado al Movimiento Al Socialismo, MAS, no hay Policía que haga respetar el derecho al libre tránsito, se cuantifica los daños económicos generados contra el Estado y se dice que los sectores que protestan tienen derecho a levantar barricadas.

Pero si la medida de presión es contra el Gobierno central, enseguida sale la Policía a desbloquear y se arresta a los dirigentes, pero no se cuantifica el daño económico que se genera a las regiones, sobre todo si tienen gobernantes locales opositores.

Esas diferencias son las que molestan a la población, porque en Bolivia no hay ciudadanos de primera o de segunda, tanto el 51 por ciento que votó por los actuales gobernantes, como el 45 por ciento que no lo hizo tienen derechos y deberes, pueden expresarse con libertad y a protestar si en algo no están de acuerdo, y los gobernantes deben trabajar por el 100 por ciento de los bolivianos.

En realidad, lo que es delito debe ser condenado y castigado, pero se debe respetar el derecho de las personas a expresarse a través de manifestaciones pacíficas, y mejor si no causan perjuicios y molestias a los transeúntes, quienes también tienen derecho a transitar libremente por todo el territorio nacional.