Nuevamente prolongan la vacación

Ayer se batió un récord de contagios de coronavirus en Bolivia con 6.050 nuevos casos, desde que se anunció el inicio de la quinta ola, además se reportaron 8 fallecimientos, mientras que desde el Ministerio de Educación anunció una nueva ampliación del descanso pedagógico, por una semana más, con lo que el reinicio de clases estaría señalado para el 1 de agosto.

Salubristas señalaron que probablemente la quinta ola ya esté controlada en septiembre, pero el comportamiento del virus es variante y no se puede dar un pronóstico absoluto, sin embargo, el problema puede ser que la gente ha dejado un poco de lado los protocolos de bioseguridad, y tampoco se está limitando el aforo en diferentes actividades.

Al principio de la pandemia, al desconocer al virus y su comportamiento, la gente entró en pánico y seguía todas las medidas aconsejada por las autoridades de salud, sin embargo, poco a poco se fue bajando la guardia, inclusive no todos los ciudadanos tienen el esquema de vacunación completo, algunos llegaron hasta la segunda y otros hasta la tercera dosis solamente.

Sin embargo, la vacunación fue clave para reducir la letalidad de la enfermedad y también en algo disminuyeron los contagios, pero al haber llegado a una cifra mayor a los seis mil casos en un día, queda demostrado que en cuanto a las medidas de bioseguridad no debían haberse relajado tanto los cuidados para evitar mayores contagios.

Si en estos momentos los estudiantes regresan a las clases presenciales, es probable que las cifras de contagios suban aún más, pero los alumnos no pueden seguir perjudicándose en el avance de sus materias, por lo que es necesario pensar en un retorno a las clases virtuales, hasta que los contagios estén nuevamente controlados.

En algunos colegios se refuerza a los estudiantes mediante clases virtuales y puede ser la solución temporal hasta que se pueda volver a las aulas de manera presencial, sin ningún peligro para los niños y adolescentes.

La ventaja de los niños, adolescentes y jóvenes es que se adaptan mejor al uso del barbijo, y lo usan de manera más natural que los adultos, a quienes les estorba y se lo quitan, pero muchas veces, sobre todo los más pequeños son más descuidados y hasta intercambian cubre bocas, por lo que puede considerarse una actitud riesgosa.

Mientras las y los maestros estén pendientes, al menos de los más inquietos, puede resultar el retorno a clases presenciales. Si a los pequeños se les enseña bien, muchas veces son capaces de seguir las instrucciones mejor que los adultos y también intentarán crear conciencia entre sus familiares mayores.

Para no seguir perjudicando el avance curricular de los estudiantes, se puede intentar un retorno a clases virtuales y luego a semipresenciales y una vez controlada la quinta ola, quizás hasta se podría lograr un retorno pleno a clases presenciales, todo depende de la disciplina con que se conduzcan tanto los adultos como sus hijos.