Jueves 21 de julio de 2022

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No obstante, los rechazos del 21 de febrero de 2016 reforzados terminantemente en diciembre de 2019 hasta el inicio del año 2020 por rechazos de la población y que culminó con la renuncia al cargo de presidente y huida del país, Evo Morales persiste en su ambición de retornar y seguir en el gobierno. En su soberbia y obcecación, sigue encabezando al gremio cocalero y hace ostentación de conducir al campesinado tan sólo para que lo apoye y, conjuntamente sus cómplices, causa infinidad de problemas que el gobierno, --puesto que sigue en el partido masista--, le permite todos los excesos que comete cuando hay conciencia nacional de que por todos los delitos cometidos en casi catorce años debería estar en una cárcel purgando sus delitos y faltas.
Hay extrañeza en el país por las conductas permisivas y derroche de dinero a más de ostentación de tener mucho poder por parte de Evo Morales que, hasta por dignidad, debería cortarse porque seguir con una persistencia enfermiza le hace mucho daño a la nación causándole desprestigio que debería acabar.