Injerencia de los padres en la escuela

Muchas personas recuerdan que en sus años de escuela los padres no tenían tanta influencia en el colegio, y dejaban a los profesores que hagan lo que tenían que hacer para brindar a sus hijos la mejor enseñanza, no decimos educación porque ésa es una responsabilidad compartida entre progenitores y educadores.

Sin embargo, en la actualidad los padres tienen mucha potestad para hacer y deshacer en los colegios, lo que puede resultar perjudicial para los propios alumnos, ya que desautorizan a los docentes, por lo que hay estudiantes que se portan muy atrevidos e irrespetuosos.

Casos como ése se repiten en otras unidades educativas y en otras ciudades, sin embargo, precisamente por los casi tres años de virtualidad, el rendimiento académico bajó considerablemente y es necesario reforzar a los estudiantes en sus conocimientos, por lo que brindarle sin costo extra es un beneficio desde todo punto de vista.

Desde el Ministerio del ramo, se anunció que ya no se extenderá más el descanso pedagógico, y por supuesto ya se escucharon voces, de los padres de familia, de descontento por la determinación, sin embargo, mientras se mantenga el horario de invierno no habría inconveniente en retornar a clases.

Si el frío del invierno es un impedimento para pasar clases de la manera más normal posible, se debiera invertir el tiempo del descanso pedagógico y de las vacaciones, es decir, dos semanas de descanso a fin de año y dos meses de vacaciones en invierno, así los estudiantes no se perjudicarían.

Aunque en el hemisferio Norte el descanso pedagógico se da también en invierno, solamente dura dos semanas y es a fin de año que es cuando en ese lado del mundo está presente la estación más fría del año. El punto es que, a pesar de festejarse la Navidad, los colegios no tienen inconvenientes en dar un descanso de dos semanas en esa época del año.

Los padres de familia firman contratos a principios del año lectivo, y si están de acuerdo con las decisiones de los docentes o del plantel administrativo, no deberían meterse a protestar luego, menos si se trata de determinaciones asumidas por el bien de los estudiantes.

En sí, los padres de familia no debieran tener tanta injerencia en los asuntos de los colegios, por lo contrario, debieran apoyar las decisiones que se tomen por el bien de sus hijos, en el único caso en que podrían y debieran intervenir es si se presenta algún tipo de violencia de los maestros, administrativos, porteros o regentes, hacia los alumnos.