¿Cómo se apareaban los dinosaurios?

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Son pocas las cosas que no sabemos sobre los dinosaurios. Gracias a la paleontología y otras ciencias, nuestro conocimiento sobre estos “lagartos terribles” es vasto y va desde las cosas más generales, como la composición de cada especie, hasta las más específicas, como sus hábitos de alimentación. Sin embargo, aún hay un tema que consterna a todos los aficionados de estos animales que dominaron el mundo hace millones de años: ¿cómo tenían sexo los dinosaurios?

Si bien, los expertos no han podido responder esta incógnita, décadas de estudio han permitido identificar ciertas conductas de apareamiento que dan pie a teorías extrañas, pero posibles.

¿Cómo tenían sexo los dinosaurios?

La ausencia de evidencias fósiles que ayuden a descifrar el comportamiento sexual de los dinosaurios ha causado que cientos de investigadores especializados busquen similitudes en otras especies que podrían replicarse en estos animales extintos.

Ante la falta de pene, una característica común en la mayoría de los ejemplares descubiertos en los últimos dos siglos, esta cloaca actuaba como eyector de una especie de semen que los animales “escupen” o “escurren” a una cloaca receptora. A este mecanismo linfático identificado en avestruces, cocodrilos y patos se le conoce como “beso cloacal”.

Aunque este hallazgo abrió la puerta a la identificación de la aposición cloacal como una forma de apareamiento jurásico, ciertos expertos aseguran que el orificio también podría ser una respuesta fisiológica a un órgano reproductor fálico.

TORTUGAS

Los restos de dos tortugas fosilizadas apareándose en el yacimiento de Messel, un sitio fosilífero en Alemania con ejemplares que datan del eoceno, podrían indicar otra forma de apareamiento empleada por animales de la época, incluyendo a los dinosaurios, según el portal de la Revista Muy Interesante.

Según investigaciones, estas tortugas murieron mientras practicaban actividades sexuales, pero no fueron encontradas en la posición que cualquiera esperaría (montadas una sobre la otra), sino unidas por sus genitales y mirando en direcciones opuestas.

Esta postura es parecida a la que tenían dos ejemplares de dinosaurios encontrados en años recientes.

“Hemos constatado claramente que el par era un macho y una hembra. Y no, por ejemplo, dos machos que murieron durante combate”, señaló Walter Joyce, de la Universidad de Tübingen a la BBC.

“Este hecho, combinado a la posición, es determinante para concluir que se estaban apareando”, añadió.

Con estudios en marcha, parece que aún nos falta mucho para saber cómo tenían sexo los dinosaurios. Al menos hay quienes están comprometidos en descubrir esto, mientras sueltan extrañas teorías al respecto.

Fuente: LA PATRIA