El orden incomoda a los comerciantes

Por tantos años en Bolivia, pero principalmente en Oruro, los ciudadanos se acostumbraron a vivir sin reglas, sin disciplina y sin orden, de manera más reciente, ante la falta de control, además entraron en la cultura del “todo me lo merezco sin esfuerzo”, ya que los gobiernos de turno también se familiarizarnos mucho con la prebenda.

En Bolivia cuesta cumplir las leyes, los reglamentos, y si alguien destaca por algo bueno se le critica y denigra, y es por eso que están acostumbrados a no usar los semáforos, ni los conductores, ni los peatones, poniendo en riesgo sus vidas.

Asimismo, los comerciantes o gremiales protestaron y presionaron al Gobierno para deshacerse de una ley destinada a controlar el ingreso de mercadería para evitar la internación de productos ilegales y de contrabando, logrando doblarle el brazo al oficialismo, sin pensar en el perjuicio que es para la industria boliviana.

Volviendo a la operación que se realizó, el exigir que se guarden los muebles que ocupan toda la acera y parte de la calzada, lo que ocasiona un gran perjuicio a las personas que transitan por las inmediaciones, ya que por esquivar los muebles y otros, se ponen en riesgo de ser atropellados.

Debe cesar esa cultura de vender en la calle, para eso tienen tiendas, que en realidad debieran se deberían convertir en showrooms o ambientes para la exposición de muebles, en un lugar espacioso, cómodo y sin poner en peligro ni a los transeúntes, ni a los compradores.

Oruro tiene muchos mercados construidos, algunos poseen una infraestructura muy moderna, espaciosa, pero vacía, porque muchos comerciantes prefieren estar en las calles que usar esos espacios edificados especialmente para ello.

“Felicitaciones, veo esto y es una gran alegría ver el orden, necesitamos orden, parece que estaríamos carentes de autoridades, mil felicidades, por fin, ya que todas las plazas se están convirtiendo en mercado, evidentemente hay la necesidad de trabajo, pero nos falta orden y organización”, opinó una transeúnte, resaltando que aún queda mucho por hacer.

También se pidió que los operativos sean constantes, y que no se vuelva a llenar la calle con muebles, puesto que ya se hicieron operativos anteriormente, para despejar las calzadas, pero al poco tiempo los comerciantes volvieron a sacar su mercadería a la calle.

No contentos con ocupar la acera, además improvisan la señalética y colocan botellas con agua, o anuncios con su logotipo para evitar que los carros se estacionen.

No es fácil cambiar hábitos, hacemos bien las cosas por un tiempo y luego volvemos al viejo hábito y es muy común en los humanos porque es lo que aprendemos a lo largo de la vida, por eso es muy importante que haya constancia en las inspecciones y no se permita a los comerciantes que vuelvan a sacar su mercadería, eso se logra con multas y sanciones, pero es más importante la educación.