Buenos y malos ejemplos

Nuestros jóvenes, aunque no lo creamos, están atentos a lo que ocurre en el país, y de lo que hacen las personas y se publica, tanto en las noticias como en las redes sociales, aprenden luego de observar sus comportamientos. El ejemplo que reciben puede ser bueno o malo.

Deportistas y estudiantes dieron un excelente ejemplo en días recientes, ganando medallas, trofeos y reconocimientos para el país, poniendo el nombre de Bolivia en lo más alto, haciendo que miles de personas, o más, se sientan orgullosas de su desempeño.

Al contrario de lo que demostraron últimamente, quienes dicen demostrar un ejemplo de unidad, los políticos del oficialismo que en cada uno de sus congresos terminan a los golpes y silletazos, además de insultos y gritos, que no llevan a ningún lado.

Luego, los mismos adultos se quejan de que se están perdiendo los valores entre los jóvenes que quieren arreglar todo con violencia, que no aprecian la vida y otras cosas más, pero no se fijan en que ellos son sus espejos y que sólo están mostrando la educación que recibieron.

Los políticos, luego de los enfrentamientos aseguran que en sus congresos hay infiltrados que quieren destruir a su partido, siguen negando que tienen problemas y diferencias que los están alejando, sin embargo, el primer paso para superar los dilemas es reconocer que hay equivocaciones, aprender de los errores y corregirlos para luego reconciliarse.

Desde que el partido en actual función de gobierno asumió el poder, sus representantes hablaron de reconciliación, de unir al país, pero hicieron y aún hacen lo contrario, es decir, todo el tiempo apuntan a sus enemigos, los denigran y los acusan, casi siempre sin pruebas, de todo lo que les sale mal.

Lo que se debe hacer es dejar de enfocarse en las diferencias, aprender de los errores para comenzar a repararlos, quizás esta vez los adultos deben comenzar a aprender de los jóvenes, que con su esfuerzo propio hacen quedar bien al país.

Ahora que se tiene en puertas un campeonato que llevará el nombre del expresidente Evo Morales, puede ser el momento de demostrar lo aprendido de los deportistas y estudiantes que hacen quedar bien a Bolivia, y con entrenamiento y disciplina lograr lauros para Bolivia.

Además que, ya que la organización estará a cargo de los funcionarios del Gobierno, la misma debe ser un ejemplo de una buena administración, de una sana competición, en la que se demuestre lo que los jóvenes valores bolivianos le han enseñado a todo el país, que con esfuerzo, estudio y disciplina todo es posible, además de ética, honradez para competir y poner en lo más alto el nombre de Bolivia.