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Lunes 27 de junio de 2022

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Editorial y opiniones

Editorial

Otra vez se nos quema el país

27 jun 2022

En Oruro, este año se reportó menor presencia de fogatas, y el cielo estuvo menos contaminado por el humo, pero la costumbre de quemar tolares no ha desaparecido del todo y es probable que se siga dañando la naturaleza, por lo que debemos tomar precauciones y evitar que se siga destruyendo el planeta

Algunos focos de calor, por incendios que afectan a diferentes departamentos de Bolivia, en Tarija son dos, en Cochabamba hubo uno que fue controlado y en Santa Cruz también se alertó de otro, aunque no estaba confirmado. Uno de los incendios de Tarija inclusive llegó a afectar a una zona urbanizada, quemando una casa de la que por fortuna la familia pudo salir intacta.

Muchos de estos fuegos pudieron ser evitados, pero sucede que en esta época del año se practican los “chaqueos”, que consisten en quemar pastizales o lugares donde se pretende preparar la tierra para sembrarla, y como el fuego consume rápido la vegetación, que ya está bastante seca por la falta de lluvias, y de esa manera se “limpia” el terreno que será sembrado.

Sin embargo, esas hogueras que deben ser controladas, a veces se va de las manos de quienes recurren a la vieja práctica del “chaqueo” y provocan incendios de magnitud, poniendo en peligro a sus propias comunidades, ya que a veces el fuego alcanza zonas urbanizadas, y como en el caso de Tarija, puede terminar quemando casas particulares.

Se debe tener mucho cuidado con el fuego, sobre todo en esta época del año, en que el clima no es tan húmedo, y es más, en la mayoría de los departamentos hasta se presentan sequías que no sólo dan el escenario propicio para los focos de calor, sino que también afectan por la escasez de forraje para el ganado, principalmente.

No se debe olvidar que el gigantesco incendio, que destruyó millones de hectáreas de selva en la Chiquitanía, fue por la mano del hombre, es decir, que fue provocado por personas que quizás practicaban el “chaqueo”, o tal vez querían destruir la selva con otros fines, ya que en su momento el Gobierno desatendió el asunto y tuvo una reacción demasiado tardía.

Cada año y por las mismas fechas comienzan los incendios de magnitud, pero las autoridades bolivianas aún no tienen un plan de contingencia y menos uno de prevención de ese tipo de desastres, es necesario que se analice la situación y se encuentre una solución sostenible, para no tener que lamentar cada año una desgracia natural de esas proporciones.

Los departamentos que más suelen afrontar esas situaciones son Cochabamba, Santa Cruz y Tarija, que cada año tiene focos de calor que dejan muchas hectáreas de bosque quemadas, en esta ocasión fue un cerro de La Angostura, pero muy a menudo se quema en la zona norte de la ciudad el conocido y turístico Parque Tunari.

En Tarija y Santa Cruz, por lo general no se tienen zonas que sufran incendios a menudo, sino que se queman diferentes áreas, sin embargo, el denominador común es que se trata de zonas boscosas, afectadas por la sequía y el calor.

En Oruro, este año se reportó menor presencia de fogatas, y el cielo estuvo menos contaminado por el humo, pero la costumbre de quemar tolares no ha desaparecido del todo y es probable que se siga dañando la naturaleza, por lo que debemos tomar precauciones y evitar que se siga destruyendo el planeta.

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