No más violencia contra periodistas

Es el pedido de los periodistas que simplemente quieren hacer su trabajo, con garantías, ya que desde muchos frentes reciben ataques, daño a sus instrumentos de trabajo, agresiones verbales, psicológicas y físicas, y además, según el Presidente del Estado boliviano, están perdiendo credibilidad, porque según él agendan temas que no le interesan a la población.

Pero esos ataques vienen desde que el Movimiento Al Socialismo, MAS, está en función de gobierno, y el expresidente Evo Morales, señalaba a los periodistas como enemigos, porque no todos seguían el guion que él quería imponerles. Y Luis Arce, actual Presidente de Bolivia, dijo que la prensa tuvo un papel “nefasto” en los hechos de 2019, pero fueron los periodistas quienes apoyaron a civiles que eran atacados, inclusive pusieron en peligro su propia vida para brindar la información más fidedigna, porque lo contrario era exacerbar más los ánimos violentos.

Obviamente, el Gobierno, sea cual fuere, no aceptará de buen grado el papel fiscalizador de la prensa, no verán con buenos ojos que se expongan los hechos de corrupción y que se cometan delitos de manera impune. Arce aseguró que en la gestión de Jeanine Áñez la prensa no cuestionaba nada al gobierno, y que no se reflejaba el sentir de la población durante el confinamiento, lo que no es cierto.

Durante la cuarentena, los medios tuvieron algunas dificultades para salir a realiza la cobertura, y como no se podía salir a vender la información impresa, al menos los medios escritos tuvieron una crisis económica que los golpeó muy fuerte, también se mostró lo que el confinamiento le hizo a la población y lo único que se aplaudió a través de los medios fue la recuperación de la naturaleza.

La prensa y los periodistas cumplieron su tarea como siempre, con la intención de defender la democracia y las libertades, pero que al poder político no le agrade lo que se muestra en los medios no descalifica su labor.

Antaño, los periodistas y los medios eran muy respetados, en Bolivia prácticamente se consideraba a la prensa como el cuarto poder, y gracias a esa influencia, dirigentes como Evo Morales lograron salvar su vida, pero en la actualidad, como no se sigue su libreto al pie de la letra califica a quienes lo ayudaron como enemigos y desprestigia tanto a medios como a periodistas de manera selectiva y no sólo él, sino también sus correligionarios.

Es cierto que la llamada prensa amarillista jugó también un papel en ese desprestigio, ya que por ganar clientes o público, exageran o se inventan noticias llamativas, pero no es el caso de la mayoría de los medios de prensa, ya que la mayor parte de periodistas y sus medios, se toman muy en serio su labor y continúan con la defensa intransigente de las libertades y derechos más fundamentales de los ciudadanos.