Familiares de Jhonny Berríos exigen justicia por su muerte

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“Pido justicia por la muerte de mi esposo, Jhonny Adrián Berríos y que no se hagan comprar los fiscales y la gente”, exclamó apesadumbrada Primitiva Portillo Vidal, pareja de la víctima, quien falleció el 4 de junio luego de ser golpeado por el principal sospechoso del crimen, Cleison Jarol C.F. a la salida de un local.

Primitiva, llora la muerte de su esposo, quien recibió un golpe certero en la cabeza la noche del 28 de mayo, tras consumir bebidas alcohólicas en el local Gichi, ubicado en las calles Antofagasta y calle 1, zona Noreste de la ciudad de Oruro y siete días después murió.

A casi tres semanas del fallecimiento de Jhonny Adrián Berrios, la señora pidió a las autoridades encargadas de impartir justicia, que el caso no quede impune y se concrete la justicia que buscan.

Ello en relación al pedido de la parte acusada de contratar un médico forense para la necropsia (autopsia) que se realizará al cadáver de la víctima.

En esa misma línea, exigió que el implicado siga en la cárcel mientras se desarrolle la investigación, ya que observó que lo quieren sacar de San Pedro.

“Están poniendo un psicólogo diciendo que él (Cleison Jarol C.F.) no es peligro para la sociedad. Lo que veo, golpear a una persona la vez que ellos quieren, no es normal”, lamentó la viuda.

Primitiva indicó que hubo un par de rencillas en el pasado entre ambas familias que se dedican al mismo rubro (venta de carne), pero condenó lo ocurrido aquella noche.

A su vez, enfatizó que no aceptó el dinero de la otra parte y solo exige a las autoridades justicia tras la muerte de su marido con quien tenía dos hijos, uno en la universidad y el restante de diez años.

A la fecha, el implicado se encuentra en la cárcel de San Pedro, con detención preventiva por seis meses al ser investigado por el delito de homicidio.

ANTECEDENTES

Según los detalles del crimen, la víctima cayó directo al piso tras ser golpeado por el sindicado a la salida del local la noche del 28 de mayo. Jhonny fue llevado a su casa, sin embargo, horas después del hecho, no despertaba, fue evacuado por sus familiares a un nosocomio de Oruro al no tener respuesta de ninguna ambulancia.

“Cuando lo operaron, le sacaron coágulos de sangre que estaba en la mitad de su cabeza. Salió, le llevaron a terapia intensiva y en cuanto entró la doctora me dijo que se debatía entre la vida y la muerte”, sostuvo la pareja.

Siete días después, el 4 de junio, la víctima perdió la vida. Desde su muerte, la Policía inició la investigación por homicidio, el 13 de junio el sindicado fue aprehendido en la Fiscalía. Dos días después, un juez cautelar decidió su prisión preventiva.

Fuente: LA PATRIA