Ni subimos ni bajamos, pero no es bueno

Mientras pocos países se mantuvieron en los primeros lugares, otros tuvieron retrocesos considerables, mientras que Bolivia y Venezuela se mantuvieron, pero ese estado no es bueno, ya que estamos hablando del rankings de corrupción en Latinoamérica y estas dos naciones se encuentran en los últimos lugares, es decir se mantienen como los más corruptos.

Eso se debe a que en Bolivia aún se mantiene el sistema judicial sin cambios, y el más reciente informe del relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre la independencia de los magistrados y abogados, Diego García-Sayán, dejó mal parado al Gobierno y al sistema judicial.

En esta coyuntura, justamente se aprobó, con observaciones de la oposición, el reglamento para la designación del nuevo contralor del Estado, cuya función es el “control fiscal en lo económico-financiero, administrativo, técnico y jurídico en todas las entidades que integran el sector público. Enjuiciará y se pronunciará por la vía administrativa, en casos de responsabilidad económica de los administradores.”

Los opositores denunciaron que el oficialismo quiere elegir a alguien allegado a su partido para contralor general, porque según señaló uno de ellos “el MAS impuso su criterio político antes que la meritocracia para la designación del nuevo Contralor masista”. Se teme que la elección de un contralor ligado al Gobierno tape los actos de corrupción y los malos funcionarios públicos no sean procesados ni castigados.

El documento trabajado por la Comisión Mixta de Planificación, no establece que haya puntajes para calificar a los aspirantes, y tampoco se tuvo consenso para aprobar el mismo, por lo que los opositores advirtieron que no darían su voto para aprobarlo porque no se tomaron en cuenta sus sugerencias y observaciones.

Mientras tanto en Santa Cruz continúan descubriéndose actos de corrupción, ya que funcionarios de la municipalidad recibían dinero cuando fueron encontrados en flagrancia cometiendo el Ilícito.

En general, en la región, los países descuidaron el tema de la corrupción por prestar más atención a la pandemia del coronavirus, la recuperación económica y la guerra en Ucrania, y algunos inescrupulosos aprovecharon el momento para cometer aún más actos relacionados a ese flagelo.

Uno de los países que es ejemplo en la lucha contra la corrupción es Uruguay, atrás están Costa Rica y Chile, como los que mejores puntuaciones tienen, porque enfrentan el problema desde tres frentes, detectar, castigar y prevenir la corrupción. El Índice pide a expertos de la región que evalúen una serie de factores, como la independencia de los tribunales, la solidez de las instituciones democráticas y la libertad de los periodistas de investigación, por lo que también hay que trabajar en ese sentido, no sólo en el nivel judicial, recordemos que una de las instituciones peor puntadas en cuestión de corrupción en Bolivia es la Policía, y esa situación también debe cambiar.