Cuatro distritos empeñados en superar la caída industrial

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Aún sin un registro de recuperación plena en el campo industrial, los distritos de Potosí, Chuquisaca, Pando y Oruro, son los más afectados en su ritmo productivo industrial debido a la pandemia del Covid-19, que causó una caída entre el 17, 18, 19 y hasta 21 % en las actividades comerciales de cada departamento, afectando especialmente a las industrias de bebidas, textiles, manufacturas, tabacos y en los casos de Potosí y Oruro, la actividad minera.

Según un reporte de la Cámara Nacional de Industrias, el año que apareció la pandemia, la economía nacional registró un bajón entre 6.11% y 8.3% de manera general, aunque en algunos distritos, caso Chuquisaca, la caída fue de 21,84%, otros departamentos soportaron un descenso de 20% y el movimiento financiero arrojó pérdidas importantes, aunque el mayor problema confrontaron los distritos mineros como Oruro, Potosí, La Paz con un descenso financiero fluctuante entre un 19 y hasta 23%, marcando el mayor porcentaje negativo en las cuentas comerciales del sector.

Otra muestra de cambios, se da en Potosí cuya industria registró una caída del 18.25%, pero no precisamente en la actividad minera, propia de ese distrito, más bien ahora con una bajada en el comercio de textiles, prendas de vestir de lana, cueros, las bebidas y tabaco, lo que revela una transformación en su acción productiva y comercial, que temporalmente posterga la actividad minera y la metalúrgica tradicionales del departamento potosino.

Sin embargo las informaciones basadas en estudios de comercio alternativo, reflejan solo algunas variantes en materia de diversificación comercial, que se incrementa por la presión que ejerce un fuerte contrabando que proveniente de Chile y Argentina y de fácil acceso al comercio potosino y orureño, donde hay negocios establecidos legalmente, entre otros irregulares que son parte del crecimiento comercial que mueve importantes sectores sociales, entre estos el de los mineros, que no pueden sustraerse a la “tentación” de una fuerte oferta y demanda de insumos hogareños.

Lo cierto es que el problema de la pandemia ha ocasionado una variante negativa del PIB comercial en el último tiempo debido a la caída industrial en varios distritos, en que las factorías de bebidas, tabacos, textiles, y las más importantes de manufacturas y comercializadoras de minerales soportaron una fuerte contracción por la crisis ocasionada por el Covid 19 que obligó a un retroceso productivo y una inevitable caída del PIB en varias regiones en que la pandemia se impuso al crecimiento industrial.

Necesariamente los malos tiempos pasan y se espera que sea lo más pronto posible, para restablecer condiciones apropiadas de reactivación productiva que compensen los daños causados por el retroceso ocasionado por la contracción financiera motivada por la pandemia del Covid 19.

La economía nacional, no es de las mejores, ni siquiera regulares de la región, por lo mismo debe ser mayor el esfuerzo colectivo para superar las deficiencias competitivas en un mercado restrictivo financieramente, de pocas opciones en materia industrial, sin apoyo crediticio para emprendimientos y sólo moviendo limitados capitales privados, ante la falta de planes crediticios para el sustento de proyectos productivos, menos para el apoyo de algunos programas que languidecen justamente ante la falta de soportes e incentivos para mejorar las condiciones de mayor rendimiento y diversificación productiva, que podrían ampliar un lógico crecimiento socio laboral que es la parte neurálgica de nuestra industria en el país, que se esfuerza por mantenerse y lo hace en condiciones de extremo sacrificio, con pocas opciones de apoyo oficial.

Hay necesidad de generar un diálogo nacional, admitiendo sugerencias del sector empresarial y combinando el interés productivo estatal para avanzar en una cruzada que abra posibilidades de un crecimiento de los sectores privados y estatales, empeñados en consolidar el desarrollo nacional, con más industrias, con mayor comercio y con beneficios que sean una respuesta al interés de empresarios creativos y autoridades responsables de apoyar inquietudes que consoliden el desarrollo y el bienestar de la comunidad y permitan especialmente la recuperación económica de los distritos que fueron afectados en sus condiciones de vida por la negativa pandemia.