Sábado 18 de junio de 2022
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La época de la adolescencia está llena de cambios físicos, hormonales, incluso de personalidad, en la que los jóvenes se ven ofuscados por sus propias ideas y son desafiantes ante los padres, amigos o personas mayores, que con sus consejos, pretenden guiarlos.
Muchas veces es que ellos, debido a su poca experiencia cometen errores, que a la postre marcarán su vida, ya sea con frustraciones y muy pocas veces con alegrías.
Cuando llega la adolescencia, en la jerga popular se la califica como la “edad del burro”, porque los nóveles seres no analizan el futuro y sus consecuencias, se ciegan con el fin de conseguir sus objetivos ante cualquier postura o consejo.
Es así que muchas veces toman decisiones irreversibles, como el casarse voluntariamente, porque consideran que la persona con la que se conocieron para enamorar es la única y la última, cuando en la realidad, es solo el inicio de conocer la vida.
Los matrimonios jóvenes por lo general, siempre traen consigo un embarazo no deseado. Es el punto de inflexión de sus vidas, porque deben pensar en salir adelante a como dé lugar, ya sea con el apoyo de los padres o sin su bendición, ya que muchas veces los progenitores no conciben en la cabeza, que sus retoños deban enfrentar un mundo adulto a temprana edad.
