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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 Valor de los bolivianos narrado por los paraguayos - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
Valor de los bolivianos narrado por los paraguayos
14 jun 2022
La Paz, 4 (Especial)
Noticias procedentes de Asunción dicen que se encuentran prisioneros el coronel Marzana, el teniente coronel Luis Cuenca, el teniente Rogelio Benegas, Renato Sainz y José Parrilla.
La Paz, 4 (Especial)
Un despacho procedente de Asunción con destino a Buenos Aires e interceptado en esta ciudad dice que los prisioneros bolivianos han llegado a Puerto Casado en autocarril.
Ellos son loe tenientes Marzana y Cuenca; los mayores Bravo y Brito e igualmente un mayor cuyo nombre aún no ha sido dado a conocer; los capitanes Solar y Romero. En total son 23 jefes y oficiales, todo ellos capturados en la redición del último reducto del Boquerón.
La mayor parte de los prisioneros vienen agotados, algunos de ellos se encuentran enfermos de disentería por la mala calidad del agua que existía en sus fortificaciones.
Dicen que el permanente ataque paraguayo, de día y de noche no les permitía comer ni conciliar el sueño y a ratos debido el cansancio extremo, contribuía en gran manera a la depresión mortal en la que se encontraban el momento de ser tomados prisioneros.
Consta que las trincheras estaban contribuidas de acuerdo a la última palabra en fortificaciones, y si hubiera tenido más plazo, habrían terminado las trincheras fortificadas con gran amplitud. Se sabe que establecieron Boquerón como un puesto para organizar las bases de las futuras operaciones contra Puerto Casado.
Los prisioneros se muestran agradecidos por el trato que les ha dispensado especialmente de parte de los oficiales paraguayos. El teniente coronel Marzana regaló su pistola al mayor Bray en reconocimiento de las atenciones que le prestó.
Los prisioneros se bolivianos dicen que temían ser mal recibidos por la población civil de Puerto Casado, no tardando en darse cuenta que el espíritu de esa gente es benevolente, habiendo sido saludados afablemente por varias personas.
La Paz, 4 (Especial)
Un parte radiográfico de Asunción interceptado en esta ciudad hoy dice lo siguiente:
“De pronto aparecieron banderas blancas en las trincheras bolivianas, habiendo cesado el fuego de ambas partes. Luego aparecieron dos soldados portadores de una bandera blanca, quienes conducidos ante el mayor Arturo Bray recibieron de éste la orden de llamar al jefe del fortín. Así lo hicieron. Poco después apareció en nuestras líneas el indicado jefe siendo llevado al puesto del comando. Mostraba un profundo abatimiento y estaba en condición deplorable de ropa y con las barbas crecidas. Marzana es más bien joven, bajo de estatura; demuestra poseer una gran cultura.
Bray tuvo para él palabras de caballerosidad y valeroso reconocimiento. Después presentó al teniente coronel Marzana a los oficiales paraguayos diciendo: “Hombre valiente”. Marzana respondió “Ustedes también lo son porque nos han vencido”.
El teniente coronel Marzana vio paquetes de diarios de Buenos Aires y pidió permiso abalanzándose sobre ellos para leerlos ávidamente.
Al mismo tiempo que Marzana se rendía ocurrieron también las rendiciones parciales de todo el frente. Las tropas paraguayas saltaron a las trincheras para desarmar a las fuerzas bolivianas. Todos los soldados del altiplano estaban en mal estado, agotados debido a las privaciones. Dentro el fortín todo era ruinas y desolación, Muchos cadáveres descompuestos hacían irrespirable el ambiente. Todas Tas constricciones estaban incendiadas por el vivo fuego de nuestra artillería.
En el fortín el hospital boliviano estaba en excelentes condiciones y bien resguardado. Allí fueron encontrados numerosos heridos en estado grave.
Grande fue la alegría del único prisionero paraguayo que se encontraba dentro el fortín tenía un hambre canina. Lo primero que pidió fue algo qué comer. En el fortín no se encontró agua ni víveres.
La rendición se habría producido después de la conclusión del último depósito de agua boliviano, depósito que había sido inutilizado. No faltó quien se pusiera en busca de una bandera boliviana, la cual estaba en el asta antes de la toma del fortín. Los prisioneros no dejaron descubrir el paradero del pabellón, hasta que uno de los soldados paraguayos encontró el paradero del pabellón el cual estaba dentro de una funda de ametralladora. Esto dio lugar a una emocionante escena.
Jamás lo olvidarán los espectadores que el encuentro de la bandera fue un momento dolorosísimo para los vencidos. Pero no se produjo ninguna escena que pudiera deshonrar el uniforme paraguayo.
Inmediatamente el comandante dispuso la repartición de víveres entre los prisioneros. Además les obsequiaron cigarrillos.
Las trincheras bolivianas son verdaderas obras de ingeniería militar. Los bolivianos habían realizado en Boquerón, tal como se había supuesto, verdaderos prodigios de arquitectura subterránea. La situación de los nidos de ametralladoras era realmente inmejorable”.
5 de octubre de 1932
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