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Domingo 06 de mayo de 2012

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Revista Dominical

LITERATURA

Los Vikingos “Nosotros no tenemos soberano; somos todos iguales...”

06 may 2012

Fuente: La Patria

Por: Juan Manuel Fajardo - Abogado, Ensayista, Crítico de Cine

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El año 1.492 en que Cristóbal Colón descubría el Nuevo Mundo, los judíos eran echados de España. Colón, lo han manifestado muchos historiadores, que trataron el estudio de la historia, con el científico desprendimiento de un observador de otro planeta, fue un redescubridor. En la perspectiva de revalidar la aventura de la especie humana, bajo un más sano y civilizado punto de vista, aunque con su propio prejuicio han denominado a la historia “el espíritu del hombre”; “que no es una máquina impersonal de recuerdos, sino el instrumento crítico, que no sólo debe observar los acontecimientos del pasado, sino también medirlos y pesarlos para hacer una debida interpretación”.

Narraciones mitológicas, leyendas, cuentos, novelas de viajes, de aventuras extraordinarias; en una línea ininterrumpida a través de la cultura popular, hay en todos los tiempos, muy a pesar de la aparición de la novela gótica y de la ciencia ficción. En esta época de despersonalización y masificación; de la monstruosa tecnología de la comunicación, no ha de extrañarnos, el renacimiento del culto a los héroes bárbaros, de aquellos que protagonizaron los cantos épicos. (Conan el Bárbaro I, II).

Especie de jinetes del Apocalipsis con máscaras de lobos y yelmos con cuernos, Los Vikings, no es posible ignorarlos o desterrar su recuerdo a una lejana galaxia. Las aventuras de estos intrépidos marinos y su literatura, la “saga” heroica, ha permitido que sobrevivan al tiempo en un mundo alternativo, en el que podemos encontrarlos hoy, espiarlos brevemente a través de un filme o en libros, alejándonos por un momento de las realidades orwellianas que nos rodean.

“Nosotros no tenemos soberano; somos todos iguales…”, arrogante afirmación, pone de manifiesto que la libertad era la característica fundamental del pueblo vikingo, o lo que es lo mismo, “la total independencia de cada cual; el respeto que se tenía de la persona y la personalidad, consideradas como el supremo valor humano. En su época, ningún pueblo pudo competir con ellos; eran comerciantes, expertos cazadores, depredadores en el combate, hombres que hendieron los océanos con las velas más audaces de la Historia, en sus Drakkars, Long chips, barcos que en su proa llevaban la cabeza de un dragón.

Jorge Luis Borges y su libro “Antiguas Literaturas Germánicas” nos pone en contacto con las manifestaciones bibliográficas, en el área geográfica en que se expandió la influencia germánica: Islandia, Inglaterra, Suecia, Dinamarca, Irlanda y Alemania, durante los primeros siglos de nuestra era, acercándonos a ese mundo admirablemente poético, en que la historia se entremezcla con la imaginación; literatura que con mucho, según Borges, debe considerarse entre las mas notables de la cultura occidental. Con esta especie de antología nos acerca a ese mundo remoto y, a la importancia de la “Edda” y la “Saga”; por él sabemos que de las literaturas germánicas, la más rica y compleja es la escandinava, que vale por si misma, que se produjo o tuvo su origen en la llamada “Última Thule”, Islandia la remota; que Snorri Sturluson (1179 - 1241) en el siglo XIII había escrito un tratado de arte poética, ilustrado con versos y estrofas antiguas llamado “Edda”, en ella aparecen los dioses nórdicos ¡Odín montado en un corcel de ocho patas!, Thor Dios plebeyo, Rig, Volund; Loki, Honir, el Valhalla paraíso de Odin. La saga, epopeya en prosa de tradición oral. En las largas noches invernales, era un pasatiempo oír y narrar cuentos de estilo breve y conversacional; la saga, dice Borges, es de orden estrictamente cronológico, sin análisis de caracteres, en las que los personajes se muestran en los actos y las palabras, tiene un carácter dramático, y en su procedimiento prefigura de alguna manera la técnica del cine actual.

Hallgerd, la hermosa, en la “Saga de Najl” se porta mal, su señor Gunnar le abofetea; años más tarde los enemigos de Gunnar lo acorralan en su casa; Gunnar los tiene a raya a flechazos, hasta que se le rompe la cuerda de su arco; “téjeme una cuerda con tu pelo”, le dice a Hallgerd; “¿Es cuestión de vida o muerte?”, pregunta ella, si, dice Gunnar, ¡Hallgerd le responde!: ¡recuerdas la bofetada que me diste, ahora, muérete!; otra es la celebre saga de Ragnar Lodbrok, jefe vinkingo prisionero de el rey sajón Aella de Nortumbria que lo arroja a una fosa de serpientes; Ragnar con júbilo feroz espera la muerte y dice: “me alegra saber que el padre de Balder prepara los bancos para un festín. Pronto habré de beber cerveza en los cuernos. El guerrero que llega a la morada de Odin no deplora su muerte. No entraré con palabras de miedo en los labios ... Los Dioses me darán la bienvenida; tengo impaciencia por partir. Los días de mi vida ya pasaron. Muero riéndome...”. También esta la Eirikssagarautha que narra el descubrimiento y la colonización de Groenlandia por Erick el Rojo y el descubrimiento de Helluland, Markland y Vinland por su hijo Leif Eiriksson, esto en la Costa oriental de América del Norte; aconteció que “una mañana muchos hombres en canoas de cuero, desembarcaron, eran oscuros y muy mal parecidos de ojos grandes y anchas mejillas; los escandinavos los llamaron Skarelings o gente inferior”. “Ni escandinavos ni esquimales, supieron de aquel momento histórico en que América y Europa se miraban con inocencia”.

“Héroes o bandidos”

El periodo de expansión vikinga sobre los territorios de Europa del Norte y de Rusia comienza según las crónicas, en junio del año 783 con el saqueo del monasterio de Lindsfarne en Holy Island, Costa Oriental de Inglaterra. Los vikingos proceden de Dinamarca, Suecia y Noruega, con una flota compuesta de naves ligeras; la rapidez de sus ataques, hacían imposible toda defensa; protagonistas de audaces expediciones marítimas llegaron a todos o casi todos los confines del mundo. Traficando esclavos pieles y colmillos de morsa, colonizaron las islas Feroe, e Islandia; Varegos al Este y Normandos al Sur. En el año 982, un audaz marino llamado Erick el Rojo, normando, navegando hacia el Oeste descubrió una isla a la que llamo Groenlandia.

Revisando la historia antigua, los vikings, no fueron ni mejores ni peores que los demás pueblos europeos; hacían lo mismo que sus adversarios, se comportaban como todos los pueblos de Occidente. “De los hombres del norte y de su furia presérvanos benigno, Dios y Señor nuestro”; era la letanía que se repetía una y otra vez en los pequeños reinos costeros.

Fueron los primeros que visitaron cuatro de las cinco partes del mundo antiguo, los itinerarios de sus expediciones abarcan desde Vinland a Skareland, desde Nueva York en el Occidente hasta Bagdad en el Oriente; lucharon negociaron con los indios algonquinos, con sarracenos, con esquimales, negociaron con los florentinos, irlandeses, turcos, eslavos, alemanes, ingleses, franceses y españoles; a que rincón del mundo no fueron?.

Es sorprendente saber, que los vikingos utilizaron camellos para atravesar las planicies persas y llegar a las Aguas del Tigris. Fueron a Grecia a Bizancio. Las naves vikingas fueron los galgos de los océanos, embarcaciones largas y ligeras, diseñadas para alcanzar las costas más velozmente, y con principios nuevos en al ciencia de la navegación. El acontecimiento más memorable de la gesta vikinga, esta en el tapiz de Bayeux de 70 metros de largo, que narra el desembarco de Guillermo el Conquistador en 1066, la batalla de Hastings y su proclamación como nuevo soberano y señor de Inglaterra.

Las gentes de muchos países recibieron de los países nórdicos a través de los vikingos, una herencia espiritual, organizadora y judicial. Erick Graf Oxenstierna, presenta en su obra “Los vikingos”, todo lo anteriormente dicho, con visión clara y precisa de los orígenes, el desarrollo, el auge y descendencia de los pueblos escandinavos, sus formas de vida, creencias, organización económica, política, las portentosas hazañas ultramarinas en plena Edad Media y el predescubrimiento de América. Señala como corolario lo siguiente: “Sólo son las personas modernas e instruidas desde un punto de vista práctico las que, tras la lectura de un libro, tratan de valorar la importancia histórica y el valor definitivo de los hechos. ¿No hemos de intentar también nosotros una valoración de este tipo? Después de haber investigado las causas que determinaron las campañas vikingas, estudiado con precisión sus recursos marítimos y demostrada toda su brutalidad, no podemos dejar de reconocer que los vikingos supieron abarcar a toda Europa, desde su punta mas septentrional hasta Sicilia, explorando el Oriente y descubriendo el Occidente, sin dejar un solo momento de dar muestras de su fuerza y su actividad, sin abandonar su espíritu emprendedor y creador”.

Los vikingos en el cine

Típico filme de aventuras que el tiempo no logra envejecer, Los vikingos (1958) de Richard Fleischer, constituye la más fiel traslación al cine de la novela de Edison Marsall; una asombrosa historia que posee toda la emoción, el exotismo y la poesía de una leyenda, con la magistral interpretación de actores como Kirk Douglas, Janeth Leigh, Tony Curtis y Ernest Borgnine. Edison Tesla Marshall (1.894 - 1.976), autor de novelas históricas, tambien llevadas al cine como “El hijo de la furia” (1942) o “El tesoro del Cóndor de Oro” (1953), en su obra “Vikingos”, narra la historia de los hombres del Norte que en el siglo IX asolan Inglaterra; Ragnar el viking mata a un rey sajón y viola a su esposa la reina, y está, tendrá un hijo de él; para proteger a este hijo sucesor al trono, la reina madre envía al niño a un monasterio en un reino vecino. Años después Erick, que es el nombre del proscrito, es esclavo de su padre Ragnar, que también tiene otro hijo, Einar; ambos que ignoran ser hermanos, rivalizan en una partida de caza con halcones, a Einar el halcón de Erick le arranca un ojo y Erick es condenado a morir devorado por cangrejos; la marea baja, le salva la vida. Ragnar tiene como prisionera a Morgana prometida del rey Aella; Erick que huye se lleva a Morgana; en la persecución Ragnar es hecho prisionero por Erick; en la corte de Aella, Ragnar es condenado a morir en el foso de los lobos. Aquí la novela y el filme se aproximan a la “Saga de Ragnarr Ladbrok, escrita por Snorri Sturluson, citada por Borges. Ragnar salta al foso espada en mano invocando a Odin para entrar al Walhalla. Filmada en auténticos “fiordos”, las naves construidas especialmente para el filme por armadores noruegos, Los vikingos tiene impresionantes escenas como el asalto a una fortaleza y el duelo final entre Erick y Einar en lo alto de una torre, fotografiada por Jack Cardiff. Es un filme que ha sobrevivido al tiempo.

El inglés Jack Cardiff (1914-2009), una autentica leyenda de la fotografía cinematográfica, con su trabajo exquisito contribuyó desde los años 30 a los 90 del siglo pasado, a la realización de filmes de antología como “La rosa negra (1950), “La reina africana” (1951). “El bribón del mar” (1953), La condesa descalza” (1954), “Guerra y Paz” (1956), de directores como Henrry. Hathaway, John Huston, J.L. Mankiewicz, King Vidor. Richard Fleischer, abordó distintos géneros cinematográficos, nacido en 1916, fallecido el 2006, tiene en su haber “20.000 leguas de viaje submarino” (1954). “Barrabas” (1968, “Viaje fantástico” (1966), “El estrangulador de Boston (1968), “Cuando el destino nos alcance” (1973), hasta Conan II (1984). Jack Cardiff fotógrafo, director, guionista, años más tarde, realizó en 1963 “Los invasores vikingos”, una fábula entre vikingos y árabes rodada en Yugoslavia, con Richard Widmark y Sidney Portier; una nueva aventura fílmica sobre los depredadores del Norte, sin mucho rigor histórico en busca de una reliquia, “La campana de oro” de Bizancio; una nueva expedición marítima en alianza con los musulmanes que juega con todos los tópicos ; en su época no tuvo mucha suerte y pasó casi desapercibido como uno del tipo B. En este filme los árabes son presentados como casi ignorantes en las artes náuticas, obviando que en el siglo IX estos llegaron hasta China y que eran también un pueblo marino. En la literatura encontramos la conexión mar islam por ejemplo en la fábula de Simbad. La obra que adaptó Cardiff al cine fue “Orm el rojo” del escritor sueco Frans Gunnar Bengston (1894 - 1954).

Varios descubrimientos sorprendentes indican que América fue visitada por muchos otros dos mil años antes que Colón; navegantes procedentes de la ciudad Mediterránea de Sidon habrían llegado a las Costas del Brasil el año 531 a. d. J.C., griegos y romanos también figuran entre los primeros que distaron América; sin embargo a los Vikings les corresponde el merito de haber constituido colonias permanentes que duraron más de 400 años, en la Costa Sud Occidental de Groenlandia; que exploraron la isla de Baffin y el Labrador, sin haberse percatado nunca que descubrían un nuevo continente. Que no permanecieron y se extinguió su presencia en América del Norte, es otra historia que excede la motivación del presente trabajo

Notas:

J. Luis Borges; “Antiguas Lit. Germánicas”. México 1.975.

Eric G. Oxensitierna: “Los vikingos”. Barcelona. 1977.

J. Enterline: “Los vikings en América”. Bs. As. 1970.

Fuente: La Patria
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