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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 Hace 85 años Mariano Peró tuvo la feliz iniciativa de instalar la primera fundición - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
Hace 85 años Mariano Peró tuvo la feliz iniciativa de instalar la primera fundición
03 jun 2022
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La década de los cuarenta marcó para Oruro el hito más importante de su vida como región productiva que le valió la declaratoria de “Capital Industrial de Bolivia”, título otorgado por el presidente de la República Enrique Peñaranda, en 1938 y que confirmó el año 1949 el vicepresidente Urriolagoitia, en mérito a la instalación y puesta en marcha de la primera función de estaño de Bolivia, hecho que registra la historia republicana el 30 de mayo de 1937.
Fue entonces que hace 85 años el visionario industrial minero, Mariano Peró Aramayo, arrancó con esta gran empresa, contra viento y marea. Por los incrédulos que desahuciaron la posibilidad de fundir estaño en una altitud de 3.706 metros sobre el nivel del mar y el casi monopolio que existía para la exportación de los concentrados a fundiciones inglesas, siendo el principal vendedor y exportador era el “Rey del Estaño”, Simón I. Patiño.
Nada impidió llevar a cabo la gran empresa y la decisión estaba tomada, asumiendo los riesgos y desafíos de la época el industrial minero Mariano Peró, que poseía una mina mediana en Chojñacota, donde producía estaño y también exportaba, decidió la instalación de la planta en la denominada “primera” Zona Industrial de Oruro, en Agua de Castilla, donde instaló los hornos para transformar el mineral en metálico y exportar en franco desafío y a la par de las grandes fundidoras inglesas.
UN BUEN Y
FIRME INICIO
Según Fernando Peró Diez Canseco, en el año 1935, su padre Don Mariano Peró Aramayo, “soñó con la creación de una Fundición de Estaño en Oruro, al ver el enorme tonelaje que Bolivia producía y que se exportaba en concentrados a las fundiciones de ultra mar, además de las propias que el vendía y que llegaban fácilmente al 65% de (contenido) de Sn (estaño) casi libres de impurezas”.
En su narración publicada en la revista de la FNI, señala que resultado de “una investigación de las tecnologías de punta de esa época e inspirado en sus conocimientos de fundidor de bismuto aprendidos en los hornos de fundición de la “Compañía Aramayo” de Minas en Tasna – Potosí”, Mariano Peró Aramayo viajó a Europa para adquirir el último proceso de fundición de estaño que existía y los encontró en Francia, habiendo pagado ochocientos mil libras esterlinas oro, por una patente denominada “Proceso Lamy”.
“La patente consistía en la reducción de óxidos de estaño en hornos eléctricos; usando luego refinación térmica hasta alcanzar un 99.80% Sn en lingotes para su venta y exportación a la Argentina”, lo que facilitó y concretó la iniciativa de Don Mariano Peró A., quien había estudiado en la Universidad de Buenos Aires, y conocía el mercado de consumo de la Argentina.
“En 1936 colocó el pedido para la fabricación de los equipos completos de la fundición que llegaron a Oruro en 1937, y es un 30 de mayo de ese año que se inicia la construcción de esa planta después de un engorroso trámite de expropiación y pago de un terreno en la zona sur de Oruro, en Agua de Castilla, donde no existía ninguna construcción ni asentamiento de viviendas con miras a convertir la zona en un Parque Industrial”, explica su hijo.
GRAN REGIÓN
PRODUCTIVA
Mariano Peró eligió Oruro para instalar la primera fundición de estaño del país, “por ser una ciudad de gran empuje industrial y de alta producción de estaño en Bolivia, por ser el nudo de ferrocarriles a Chile y Argentina; también contaba con el servicio de energía eléctrica que producía la “Bolivian RUBBER Co.”, desde su planta hidroeléctrica de Miguillas, además de un grupo electrógeno en la Sub-Estación Sur de Oruro”.
Así también, Oruro era el centro de distribución e ingreso de comunicaciones del exterior “Via All America Cables Inc.”, que permitía un fluido intercambio de telegramas y cables, que contaba con un aeropuerto donde llegaban los aviones desde Arica-Chile y proseguían a Salta-Argentina y al norte del continente, según la versión de Fernando Peró, quien explica que “durante 1937 y 1938 erigió la nave principal de la fundición que tenía 86 metros de largo por un ancho de 36 metros y una altura de 15 metros con una estructura metálica que soportaba un puente grúa de 5 toneladas de capacidad y servía los 86 metros de largo de la nave”.
“Fue en entonces, 1940, cuando mi padre encontró los más serios obstáculos en la erección de la fundición de estaño. Primero le negaron la energía eléctrica indicando que las minas de Oruro y del Norte de Potosí, consumían el total de la energía eléctrica generada. Segundo, el gobierno entro en una controversia tratando de impedir la fundición del estaño que producía y exportaba la gran minería y el Banco Minero”.
Añade que “tan grande era el deseo de Mariano Peró de hacer realidad su sueño que después que de que en el año 1944 le remataran el grupo electrógeno que importo del exterior, con una capacidad de 2.500 Kw., por una deuda contraída con el Banco Minero para su adquisición, el grupo generador fue llevado e instalado en Pulacayo, Potosí. También colocó el pedido de un filtro electrostático de gases “Cotrell” que, durante su traslado a Oruro, el barco mercante que lo trasladaba, fue hundido por un submarino en la Segunda Guerra Mundial. Este hubiera sido el primer filtro electrostático que se instalaba en Bolivia”.
Empero para hacer realidad la fundición, Mariano Peró, decidió hacer un cambio de tecnología con un empréstito de la República Argentina, país que necesitaba de estaño para que funcionaran sus fábricas de metales blancos, baterías y soldadura de estaño-plomo. Entonces el gobierno del Presidente Ortiz de la Argentina, financió la construcción de tres hornos rotatorios de tambor corto alimentados con petróleo, siendo la primera vez se utilizó hornos rotatorios y combustión a petróleo para fundir metales en Bolivia y en 1945 se comenzó a fundir concentrados de estaño de sus propias minas y del Banco Minero. Fueron los Presidentes Gral. Germán Bush y Cnel. Gualberto Villarroel que colaboraron y permitieron operar la fundición y la exportación de lingotes de estaño a la República de Argentina, con lo que pago el préstamo del Banco del Río de la Plata, en Buenos Aires, cumpliendo así su compromiso, indica la publicación.
“Desde 1945 hasta 1964, la producción se fue incrementando hasta llegar a 3.000 toneladas finas anuales de estaño en 1963 y 1964. Bolivia tenía ya una fundición que permitió la exportación de lingotes de 99.86 % Sn con la marca Estaño- Oruro registrada en el London Metal Exchange de Inglaterra.
A pesar de que la oposición a fundir estaño en Bolivia continúo muchos años más, con la revolución del 9 de abril de 1952 y la nacionalización de las minas, se pudo comprar concentrado de alta ley a Comibol. Las fundiciones del exterior comenzaron a boicotear a la fundición de Oruro y a bajar los gastos de tratamiento desde $us 1.200 hasta $us. 240 por tonelada neta. Entonces las minas de Comibol decidieron exportar sus concentrados más limpios a Inglaterra, mientras los concentrados sucios y con altas impurezas se vendían a Peró bajo los mismos términos de contrato”, recuerda Fernando Peró.
Afirma que esa política provoco la acumulación de estaño en subproductos por los altos contenidos de plomo, zinc, antimonio, arsénico y hierro, quedando 1.600 toneladas finas en proceso con un altísimo costo financiero pues era financiado por la banca local y los comercializadores “Philips Brothers” de Nueva York. Dicho dumping en maquila ocasiono el cierre de las fundiciones de Texas City, U.S.A., y Williams Harvey de Inglaterra, por el efecto bumerang.
Siendo así que, en 1961, la fundición de Oruro decidió ampliar su capacidad de fundición hasta 5.000 toneladas finas anuales y para ello importo tres hornos Kohlmeyer de Alemania de tambor corto e instalo los primeros filtros de mangas para sus gases, que permitían la recuperación de estaño, plomo con altos contenidos de arsénico en forma de polvos.
NACE
METALÙRGICA OMSA
El actual timonel de la primera Fundición de Estaño de Bolivia, industria estratégica privada, Mariano Peró Taborga, que asumió la conducción de la fundidora privada nacional en el año 1989, sucediendo a su señor padre, Fernando Peró Diez Canseco, cuenta que la nueva empresa “Operaciones Metalúrgicas nace en Oruro, Bolivia en 1988, luego de la caída de la bolsa de metales del Londres (LME) que en 1982 causó una crisis minera en el País”.
“Esta crisis desplazo a cientos de mineros “Relocalizados” a otros departamentos y dejo la actividad minera estannífera en Bolivia en una depresión que tardo 20 años en recuperarse”, agregó.
El cierre masivo de las minas estatales luego de la puesta en marcha de la Nueva Política Económica (NPE) de la Administración del presidente Víctor Paz Estenssoro, dejó a casi 20.000 mineros que laboraban en las minas en los departamentos de Potosí y Oruro, en la calle y se impuso la “relocalización” que resulto ser un eufemismo cruel, porque ningún minero volvió a tener fuente laboral y al ser indemnizados con el pago de extralegales, al igual que un menor número de trabajadores metalurgistas de la Fundición de Vinto, empresa estatal de la gubernamental Corporación Minera de Bolivia, que fue instalada y construida con el aporte de una mita de los trabajadores mineros del país, para competir con la tradicional y pionera Funestaño, Fundición de Estaño, que ahora es OMSA y mantiene su liderato empresarial y productivo.
RENOVACIÓN
TECNOLÓGICA
Mariano Peró Taborga, detalló que el año 1992, se compra la fundición de Bertzeilius de Alemania que estaba siendo desmontada a causa de su paralización y en 1996, Operaciones Metalúrgicas es transformada en Sociedad Anónima es así que nace OMSA, recuperando el sueño de don Mariano Peró Aramayo y que Fernando Peró Diez Canseco supo hábilmente reorganizar y surgir nuevamente.
Dijo que se tardó cinco años en levantar los equipos y maquinarias adquiridas mientras se seguía trabajando y exportando nuestro metal. Por lo que hoy la empresa cuenta con nuevos y renovados equipos que garantizan y aseguran la producción manteniendo niveles controlados de pureza e impurezas. Calidad que permite exportar el estaño producido por OMSA a Europa, Norte América, Sud América y Asia.
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