Minería ilegal destruye el medio ambiente

Pese a que los gobernantes han presentado a Bolivia como el gran defensor de la Madre Tierra, en diferentes foros internacionales, no están haciendo los esfuerzos suficientes para frenar la minería ilegal que está contaminando zonas rurales e inclusive áreas protegidas como el Parque Nacional Madidi.

Anteriormente, en comunidades ribereñas que viven en las playas de los afluentes del río Beni, Madre de Dios y Amazonas, que bajan desde La Paz hacia la Amazonía, denunciaron la contaminación con mercurio de las aguas que les sirven a ellos para vivir, pues nos sólo utilizan el líquido elemental para lavar o para su consumo, sino que también de la pesca.

Según estudios realizados en las personas que viven en esas poblaciones, se determinó que poseen elevados niveles de mercurio en la sangre, que llegan a ser peligrosos para esos ciudadanos, porque poco a poco su cuerpo se está envenenando con esta sustancia usada para separar el oro que se encuentra en el río.

Los pobladores de diferentes comunidades continúan denunciando a la minería ilegal, pero también existen empresas autorizadas para explotar oro en los ríos arriba mencionados, pero no ha habido una acción contundente que evite que se siga contaminando las aguas de esos afluentes.

Como defensores de la Madre Tierra las autoridades bolivianas deben estar a la vanguardia para evitar la contaminación y la destrucción de la naturaleza, pero al parecer a algunas autoridades les parece mejor obtener dinero de las concesiones y se hacen de la vista gorda, no hacen nada para evitar la contaminación y tampoco para aminorar el impacto, ya que no se ha prohibido el uso del mercurio en la explotación del oro.

¿Qué podría hacer la población? Como ya se vio anteriormente, los pobladores afectados por el mercurio en la sangre, no pueden hacer mucho sin leyes claras ni quién las haga cumplir, además que se van acostumbrando de a poco vivir de esa manera y ni siquiera se alarman por el consumo de pescado contaminado, ellos sólo piensan que necesitan el producto para alimentarse.

Si no se hace nada frente a las nuevas denuncias, sobre la cuadriculación del parque Madidi, al menos investigar si tienen asidero en pruebas contundentes, seguirán otras áreas protegidas y de esa manera se irán perdiendo grandes extensiones de reservas de biodiversidad, necesarias para la vida en la Tierra.

Lo que vimos durante el confinamiento por la pandemia del coronavirus, es que el planeta sabe recuperarse solo, los seres vivos, como animales y plantas vuelven a su hábitat natural, pero quienes no pueden vivir en un planeta destruido somos los humanos, por eso estamos obligados a cuidar nuestra “casa grande”.