EDITORIAL

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Una semana más de conflictos y el Gobierno no hace ni dice nada, ¿hasta cuándo viviremos así? Se nota que las autoridades están adormiladas y no responden a lo que dice el pueblo. Es una historia de nunca acabar.

Sin embargo, al margen de los conflictos que vive el país debemos mencionar que esta semana será una muy importante, porque el próximo 10 de mayo recordaremos el Día del Periodista Boliviano, instituido mediante decreto del 16 de noviembre de 1938 durante el Gobierno del militar Germán Busch.

Es por eso que en esta edición queremos rendir nuestro homenaje a uno de los profesionales más sacrificados del país, no solo por el delicado trabajo que realizan día a día, sino por la complicada situación que pasa en el campo económico, social y por qué no decirlo hasta político.

Los periodistas a lo largo de la historia escribieron la historia del mundo, actualmente lo siguen haciendo en medio de un clima de incomprensión e intolerancia.

Quienes llegan al poder nunca se acuerdan cómo llegaron a esa instancia, fue gracias a los periodistas que se convirtieron en presidentes de Bolivia, sin embargo, con el paso del tiempo desconocen esa situación y por el contrario actúan en contra de la prensa, porque saben que es un peligro inminente, ya que denunciará los desaciertos y las malas administraciones de cada gestión gubernamental.

No tenemos miedo, nunca hubo miedo a que ejerzan medidas coercitivas en contra de los periodistas, como quien diría ya estamos curtidos de tantos golpes.

Lo único que queremos es construir el bienestar de un país, informar a la ciudadanía de lo que acontece en su medio, aportar a las soluciones de los conflictos, sin ser autoridad ayudar al desarrollo de la región. Ratificar ese compromiso social a un público que nos debemos.

Por eso este número de Tu espacio está dedicado a esa profesión noble y con ustedes conozcamos una pequeña página de lo que se hace todos los días en los medios de comunicación. Puede faltar dinero, puede faltar salud, puede faltar una pareja, puede faltar un amigo, pero nunca faltarán las ideas de la revolución, de cambiar este mundo con nuestro trabajo y convertirlo en uno más tranquilo y agradable.

Fuente: La Patria