No hay peor ciego que el que no quiere ver

El dicho popular que citamos en el epígrafe apunta a quienes saben una verdad, pero no quieren reconocerla por lo tanto la niegan, sobre todo cuando la realidad salta a la vista, y aún así existen personas capaces de negarla. Recordamos el dicho luego de escuchar al legislador Leonardo Loza negando que exista coca excedentaria en el Chapare, aunque luego reconoció que “hay zonas donde está prohibida la producción de coca que cumple dos funciones, el consumo tradicional y la producción de pasta base de cocaína”.

Afirmar de manera categórica que no hay ni “una planta” de coca excedentaria, desafiando a demostrar lo contrario, y luego decir que existen zonas donde la coca “cumple dos funciones” y que una es la producción de cocaína, es un contrasentido, el senador oficialista se contradice al afirmar ambos extremos.

Quizás no se deba llegar al extremo de revertir tierras, como se quiere hacer en el Oriente del país, pero sí que se tiene que dar solución al problema del narcotráfico y se sabe que ésta pasa por utilizar esas tierras para otro tipo de cultivos más beneficiosos para la población.

La defensa férrea, aunque sin base sólida, que hace el senador del Movimiento Al Socialismo, MAS, surge de los dichos de su colega opositor, Walthy Egüez, de la alianza Creemos, quien ante la advertencia del Gobierno de revertir tierras que no cumplan una función social, respondió que se debería revertir más bien las tierras donde se produce coca excedentaria.

Y sería lo justo revertir cualquier tierra que no cumpla una función social, más aún si la función que cumple está dañando al país, y no sólo su imagen, sino que le hace un verdadero mal por liberar hacia los territorios nacional y extranjero, una sustancia tóxica y hasta mortal, como es la cocaína.

Los terrenos que pertenecen a la propiedad privada no deberían ser revertido, sin embargo, no es útil que las tierras no cumplan alguna función beneficiosa para el Estado, ya que mucha de la economía se basa en la producción agrícola, pero se debe producir frutas, verduras y otros, en lugar de plantas destinadas a la fabricación de drogas.

Como siempre, se debe apuntar al bien mayor, y si éste se trata de la producción de frutas, verduras, hortalizas y otras, se deben destinar tierras para su producción, si la función de un terreno más bien provoca daño, lo que se tiene que hacer es cambiar su función por algo más productivo, de manera que toda la población tenga un provecho de los productos que de él se obtengan.