Jueves 12 de mayo de 2022

ver hoy





















Por: Lic. Maritza Vilcaez Quispe
La educación en valores debe ser una forma continua y permanente con la responsabilidad de todos y cada uno de los miembros de la comunidad educativa.
Esto ayuda a la formación integral del estudiante, quien requiere no solo la adquisición del conocimiento científico, sino también el aprendizaje de patrones culturales impregnados de valores que le ayuden a ser una persona útil para mí sí mismo y para los demás.
En consecuencia, la visión y la acción de la educación en valores, favorece que sean mejores los actos de los sujetos educativos, modelos para otros, portadores de cultura para un mundo mejor.
Traspasando las fronteras conceptuales, se llegaría a proponer dimensiones de cambio, en un plan optimista, futurista y dinámico. Es necesario que la educación inspire y fundamente la transmisión de la cultura con una cosmovisión centrada en los valores, y esta cosmovisión es la que debe unificar las mentalidades científicas, técnicas y humanísticas pertenecientes a un establecimiento educativo.
Asimismo, la educación debe llevar a ponernos en un justo reconocimiento lo positivo, bello, afectivo, solidario, honesto, verdadero, que trascienda en el tiempo y en el espacio; el rescate y el fortalecimiento de los valores para la convención humana, dentro y fuera de las unidades educativas.