Estabilidad política Vs. estabilidad laboral

Para tener, como se dice en el lenguaje popular, la fiesta en paz, el Presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora decidió escuchar en parte el clamor de la Central Obrera Boliviana, COB, y fijó el incremento salarial del 4 por ciento al salario mínimo nacional y 3 por ciento al básico, con esto aseguró la estabilidad política en todo el país, aunque en el sector público el aumento sólo llegará a los sectores de Salud y Educación y los empresarios privados deben negociar un incremento sobre el 3 por ciento.

La decisión, según Arce proporcionará seguridad política, pero disgustó a varios sectores, en primer lugar, a los empresarios, quienes se reunieron con el mandatario hace poco, pero no hablaron del incremento, quedaron descontentos porque hace más de 14 años quedan excluidos de las negociaciones y luego se exige estabilidad laboral.

Los empresarios argumentan que si bien a la COB le parece escaso el incremento salarial, para ellos significa un aumento muy elevado porque también crecen sus planillas y los beneficios sociales, por lo que prevén un colapso de diferentes empresas que dejarán a muchas personas desempleadas.

Por su parte, la COB buscó la negociación con el Gobierno porque ellos pedían 10 y 7 por ciento de aumento respectivamente, pero el Gobierno ofreció un 0,5% de incremento al haber básico y 1% al mínimo nacional; luego 1,5% al básico y al mínimo, para todos los sectores.

No obstante de la conformidad de los dirigentes de la COB, el sector de los maestros rechazó esa subida en el salario, por considerarlo muy bajo. Al menos los maestros rurales decidieron trasladar la consulta a sus bases y que decidan qué medidas asumirán si el salario no sube más.

Según los empresarios la informalidad crecerá luego del incremento, porque en la actualidad sólo un 20 por ciento son trabajadores asalariados que se benefician con los aportes a la AFP y otros bonos, pero si alguien pierde su trabajo se tendrá que enfrentar el autoempleo que muchas veces no próspera fácil y rápido, por lo que las necesidades de la población también crecerán.

Por su parte, los fabriles aseguraron que además de los problemas mencionados líneas arriba, su sector tiene que enfrentar la dura competencia que suponen los productos del contrabando, y se quejaron que el Gobierno no hace el esfuerzo necesario para mantener a raya el comercio ilegal.

El Gobierno debe ponerse en el lugar de todos y buscar el bien mayor, atendiendo tanto a los trabajadores como a los empleadores porque son ellos quienes deben asegurar la estabilidad tanto económica como laboral, no sé puede mantener la estabilidad política sin afectar la estabilidad laboral en este caso, así que se debe buscar un equilibrio.