La libertad de prensa necesita protección

Estamos a pocos días de recordar el Día Internacional de la Libertad de Prensa, que se conmemora el 3 de mayo de cada año, y la situación de los periodistas en Bolivia y el mundo se agravó tanto que necesitan organismos que los protejan y los defiendan de ataques tanto cibernéticos como de los físicos.

La asesora legal de la Asociación Nacional de la Prensa, ANP, Mabel Antezana propuso una adecuación del artículo 296 del Código Penal relacionado a los delitos contra la libertad de prensa, ya que la norma vigente sólo sanciona el acoso sexual y el acoso laboral.

Con la aparición de las redes sociales, que pueden mantener a una persona en el anonimato, han aumentado los ataques, como la estigmatización o acoso a los periodistas, sobre todo a los independientes, quienes fiscalizan, denuncian y exponen a autoridades que o no hacen su trabajo o lo hacen de manera deficiente, o peor, incursionan en la corrupción.

Antes se respetaba a los periodistas y a su labor, en cambio en la actualidad incluso se agrede físicamente, sobre todo en la cobertura de conflictos sociales, la multitud les impide tomar fotos o filmar los hechos, luego les quitan sus herramientas de trabajo, y en algunos casos hasta las destruyen.

En países como México, sin embargo, los periodistas lo pasan peor porque algunos son asesinados, sobre todo cuando están investigando asuntos relacionados a la política y al narcotráfico, ya que operan cárteles mafiosos que viven de los estupefacientes y de su comercialización, obviamente no les conviene que los periodistas metan sus narices en esos asuntos ilícitos.

La propuesta de la asesora legal de la ANP señaló que la modificación al artículo 296, del código penal, “podría incluir los términos de acoso y/o estigmatización al texto del artículo referido que prevé sanciones con reclusión de seis meses a tres años, y multa de treinta a doscientos días, al que impida la libre emisión del pensamiento por cualquier medio de difusión”.

Los periodistas son personas ejerciendo su labor como cualquier otro, pero a la vez es diferente porque este profesional debe velar por la sociedad y su bienestar, ofrecer información verificada y verdadera, para que los ciudadanos de a pie tomen sus decisiones en base a los datos recibidos, además que como dueños del dinero que recauda el Gobierno a través de los impuestos tienen el derecho de saber en qué se gastarán o invertirán esos recursos.