Odalis Alejandra Ticonipa Challapa

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Para ser modelo, no basta con tener belleza física; se requiere preparación, técnica, confianza, autoestima y perseverancia; todo esto enseña Odalis Ticonipa en su academia integral, un emprendimiento al que le ha puesto su corazón, experiencia y conocimiento conseguido durante sus 31 años de vida.

Desde muy joven Odalis halló en el modelaje una pasión.

Fue Miss Tobas Central 2009, Señorita Oruro 2011, Miss Sea Bolivia 2014 y Miss Pacific World 2014.

Su paso por este mundo de los certámenes de belleza, le hizo dar cuenta que si bien una persona podía prepararse mucho, existían aun falencias en cuanto a la preparación para concursos nacionales e internacionales; esto se convirtió entonces en su motivación, la semilla de un emprendimiento.

Pero antes de ello, Odalis estudió Comunicación Social, ejerció su carrera en varios medios de comunicación y regiones del país; pero la pasión por el modelaje se mantuvo vigente, siempre.

Cuando le tocó participar de concursos, Odalis aprendió mucho no solo por experiencia, sino que se capacitó con profesionales venezolanos, lo que sirvió para que se dé cuenta que el modelaje requiere técnica, la que ahora enseña en la “Academia de Modelaje Odalis Ticonipa OT”.

Pero el modelaje es mucho más; es actitud, autoestima, confianza, seguridad. “Considero que la seguridad y autoestima es un 50% de la preparación y trabajar en ello nos lleva un proceso largo, pero no imposible”, señala.

“Cada representante, modelo o miss se debe sentir segura y cómoda con ella misma, preparada para cualquier crítica o comentario que no la lleguen a afectar en ningún sentido. La estabilidad emocional es parte de la preparación de cada una de nuestras modelos, es por eso que en la Academia se preparan niñas inteligentes con belleza y autoestima”, asegura.

Odalis siente gran satisfacción por cada logro, ver la evolución en sus alumnas; sabe que es un triunfo y un paso más para su academia.

Con un largo camino por delante, Odalis reconoció que todo esto no hubiese sido posible sin las enseñanzas de sus padres, Alejandro y Norma, además del apoyo de su esposo, su compañero de aventuras; y la inspiración que son sus hijos.