Juan Víctor Almendras Camargo

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Su destino fue la ciudad de Oruro, aunque de inicio su proyección era ser médico y quedarse en su tierra natal Sucre. Sin embargo, el cambio que asumió, no por voluntad propia, hizo que ahora sea considerado como uno de los mejores profesores de la Capital del Folklore de Bolivia.

Él es Juan Almendras, un profesor de química, cuya sapiencia y dedicación están en las aulas del Colegio Nacional “Aniceto Arce”.

Desde niño, su vocación se centró en la medicina, ya que su gran deseo era servir a su comunidad, además de ser apasionado por la taxidermia. Muy joven, ayudó a una enfermera a cuidar a sus hijos, pero no solo era verlos, sino que él se dedicaba a enseñarles. En ese momento, no se imaginó que su designio estaba por esa vía.

Almendras no perdió el tiempo, vio opciones que podían llevarle por otros rumbos, por ello, ingresó a la Normal en Chuquisaca y se inclinó por el área de las ciencias biológicas y química.

Ya en 1976, hizo su año de provincia en Avicaya, exEstalsa, departamento de Oruro. Cuando cumplía aquella función, hubo algunos conflictos en su colegio, ya que querían cambiar a un profesor por uno de matemáticas, situación que no solo le disgustó a él, sino a sus compañeros maestros.

Todos jóvenes e impulsivos decidieron dar un ultimátum, ya que si retiraban a su colega, ellos también se irían. A las autoridades no les importó la amenaza y se quedaron sin trabajo. Esta situación obligó a que Almendras llegue a la ciudad de Oruro en busca de una fuente laboral. El Colegio Simón Bolívar le abrió las puertas en la materia de biología, en un principio.

Pero, cuando apenas cumplía un año de servicio, lo sacaron del plantel y lo trasladaron al Colegio Aniceto Arce. Había molestia en él porque no concebía cómo lo habían cambiado. Sin embargo, como es un hombre íntegro, volteó la página de ese capítulo y siguió adelante.

Es así que conoció a un gran maestro, Jaime Durán Torres quien reemplazaba al emblemático profesor Ángel Mendoza Justiniano; tras la muerte de éste maestro, Durán pasó a la dirección y requería un reemplazante en química, ahí ingresó Almendras.

No imaginó que sus conocimientos iban a ser observados por sus estudiantes, quienes demandaban con sed de aprendizaje, mayor entrega de Almendras, quien reconoció sus falencias y silenciosamente, decidió inscribirse en la carrera de Química Industrial en FacTec de la Universidad Técnica de Oruro.

Fue una decisión acertada, porque consolidaría no solo su sabiduría en el campo de la química, sino que sería el eslabón para surgir en el ámbito de la educación y le permitió quedarse hasta la fecha en el establecimiento educativo que hoy ama con todo su ser y deja un legado, cual tesoro escondido, en el cerebro de cada uno de sus estudiantes.

Es autor de varios libros educativos, muchos salieron a la luz y otros aún están guardados en su computadora, a la espera de apoyo para ilustrar a las nuevas generaciones de estudiantes.