Augusto Vela Chacón

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Humildad, fidelidad a sus convicciones, consecuente y valiente en hacer respetar la institucionalidad, son cualidades principales que Augusto Vela desarrolló a lo largo de su existir, para ser un docente meritorio cuyo reconocimiento traspasa fronteras, por cientos de generaciones que formó en las aulas de la Universidad Técnica de Oruro.

El éxito no siempre se mide por las oportunidades presentadas y aprovechadas, sino por el esfuerzo y dedicación personal. En el caso de Vela, el destino quiso que enfrente situaciones complicadas desde joven, no solo en su vida personal, también en el ámbito nacional, época caracterizada por un gobierno militar.

El estudiar y trabajar al mismo tiempo, le permitieron abrir su mente y formarse con un criterio que ayudó a la lucha universitaria, aunque sin resultados por el momento que atravesaba el país. Se pedía un servicio militar de tres meses para tener mejor preparación en la universidad, hecho sin lograr resultados.

Asimismo, la UTO vivía aún en un sistema, cuya titulación era complicada, porque los egresados debían estudiar casi la misma cantidad de años que cursaban una carrera para salir profesionales. Es así que la tanda de Vela decidió hacer un seminario de grado de cuatro meses para lograr el sueño de todo universitario, ser profesional. Él lo consiguió como auditor financiero.

A partir de entonces, la universidad asumió ese modelo para beneficio de quienes aspiraban seguir avanzando.

En su vida, hubo personas claves que le permitieron crecer competitivamente, uno de ellos, fue Eduardo Rodríguez Córdova, docente estricto en cuyas manos solo eran pocos los aprobados, debido a su exigente enseñanza.

Fue él quien con el tiempo se convertiría en su colega y amigo entrañable, pero en esa época cuando Vela era su estudiante, le dio el aval como universitario aventajado, para presentarse a un cargo en la Contraloría en 1982. Pasaron cuatro años, dejó esa entidad del Estado, ya que a invitación de los docentes de la Facultad de Economía, se enroló en la docencia para continuar hasta la fecha.

No fue todo fácil, para lograr una materia en titularía, disputó el puesto con un colega cuya experiencia parecía ser una barrera. Pero, el examen definió al ganador, Vela conquistaba un nuevo logro.

Recordó su trayectoria caracterizada desde niño por el ímpetu de conseguir sus objetivos con base a disciplina, trabajo, humildad, respeto y solidaridad, valores aprendidos de la vieja escuela de docentes guiada por Rodríguez.

Son precisamente esos factores que Vela transmite a sus alumnos, quienes lo recuerdan con mucho aprecio y valoran cada una de sus enseñanza, incluso coleccionando los libros que como docente deja de legado a las nuevas generaciones.