Viernes 22 de abril de 2022

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Por: Armando Mariaca
Universidades e ingenieros agrónomos han sostenido muchas veces que las tierras de Potosí y Oruro son aptas para el cultivo de tubérculos de diversas variedades, papas, hortalizas y otros para el consumo interno y alcanzar sus excedentes para ser exportados, pero nunca se cumplió ese propósito y, por el contrario, desde hace muchos años no sólo que la producción para lo interno es insuficiente sino para exportarla a países vecinos como Chile, Brasil y hasta Argentina que tiene gran producción de granos.
La cantidad de lo que podríamos cultivar se ha comprobado que es muy pequeña debido a que no alcanza para que los campesinos cubran los volúmenes exigidos por la agricultura moderna y menos para conseguir una producción que alcance ámbitos de la exportación. Se indica que hay resistencia en los campesinos a cultivar esas tierras alegando que son “simples minifundios” que no pueden ser sometidos a los arados más rudimentarios y menos utilizar maquinaria para conseguir alta producción.
Campesinos de ambos departamentos sostienen que ellos están dispuestos a cultivar muchas extensiones de tierra, pero siempre que cuenten con las facilidades necesarias, asesoramiento de técnicos y utilización de abonos de buena calidad y semillas seleccionadas; inclusive, sostienen, “podemos trabajar en las actuales circunstancias, pero no hay garantías de las autoridades de no ser sometidos a despojos y extremos que los prive de trabajar normalmente. Piden que las autoridades obren conforme a las leyes y no de acuerdo a las exigencias de sus sindicatos e integrantes de su partido que “buscan aprovechar cualquier situación para apoderarse de lo ajeno”.