El mensaje vale más que la comida

Leído en un meme o chiste gráfico difundido en las redes sociales, “las fechas relacionadas con Jesús giran en torno a la comida: Semana Santa = comida, Corpus Christi = comida, Navidad = comida, presiento qué Jesús era cochabambino”.

Más allá de la gracia por considerarse al departamento de Cochabamba como la capital de la buena comida, el meme lleva a reflexionar sobre el aspecto de que cada fiesta religiosa gira alrededor de los alimentos. En Semana Santa se preparan 12 platos para degustar en familia, en Corpus Christi se comen frutas, en especial el maní y los dulces que preparan como derivados de éste, en Todos los Santos se prepara el platillo favorito de los deudos fallecidos y se hacen ofrendas de masas y panes, y en Navidad todos se esmeran porque la familia disfrute de una buena comida mientras se espera la Nochebuena.

La comida se usa para agasajar a las personas que nos ayudan, a los amigos que apreciamos, es la forma de demostrar cariño hacia nuestros familiares; pero tratándose de fiestas religiosas lo más valioso es el mensaje, pero se le da tanta importancia a la comida que uno olvida el porqué se está celebrando esa fecha especial.

En el caso de Semana Santa, es un recordatorio, para quienes creen en Dios, de que Jesús murió en la cruz, de la manera más humillante, ignominiosa y dolorosa para lavar nuestros pecados, como una muestra de un inmenso amor, de ese que da la vida por sus seres amados, el cual quiso transmitir viviéndolo en carne propia.

Corpus Christi, es el cuerpo de Cristo, recuerda la importancia de la eucaristía, de confesarse y de recibir la comunión, ya que es la manera en que los cristianos se comunican con Dios y están en armonía y en relación con Él, de seguir sus mandamientos y que pese a tener libre albedrío debemos elegir la obediencia a Dios para ser salvos.

Aunque en la fiesta de Todos los Santos no está directamente involucrado Jesús, se recuerda a todos los difuntos que por sus obras fueron santos, pero también se recuerda a quienes recibieron a Dios en su corazón y que viven de acuerdo a sus preceptos.

Finalmente tenemos a la Navidad, que recuerda el nacimiento de Jesús, pero él no se quedó niño, sólo recuerda la humildad que tenía desde su nacimiento y que a pesar de ello tuvo una vida de grandeza, por ser el Maestro, el Cristo, sin embargo también se debe reflexionar en el motivo que lo trajo a este mundo y fue el que se conmemora en Semana Santa.

Todas estas fiestas giran en torno al mensaje que trajo Jesús al mundo, para que dejemos de lado lo material, lo mundano, lo frívolo y trivial, para que nos enfoquemos en la espiritualidad, en el amor, en la empatía y solidaridad, es decir, que vivamos de acuerdo a la ley de Dios, y por nuestra fe y nuestras obras seamos salvos.