Minería ilegal daña el medio ambiente

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Está visto y comprobado que la acción de la “minería ilegal” daña el medio ambiente, deteriora el valor de tierras agrícolas, contamina agua de los ríos y pone en riesgo la salud de la población “de seres vivientes” en general. Se remarca este hecho debido a la grave contaminación de ríos y sembradíos que genera el abusivo uso de mercurio para la purificación del oro.

De ese hecho, principalmente, se establece que está vigente una minería ilegal que escapa al control de las autoridades en general, pero lamentablemente de la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) que reconoce el hecho y lamenta la falta de cooperación para frenar la irresponsable actividad de la minería aurífera que se produce en los ríos contaminando esas aguas y poniendo en “peligro mortal”, la vida de la comunidad, pues se trata de una abierta contaminación de agua, tierra y medio ambiente sin que se ponga remedio a una abierta infracción en contra de la salud comunitaria.

La Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) ha sido rebasada especialmente por la minería aurífera que trabaja en los ríos y utiliza mercurio para purificar el oro que obtiene de manera irregular. No hay autoridad que hubiera frenado ese trabajo que se realiza al margen de la ley, vulnerando el Código de Minería y desconociendo abiertamente a la AJAM, que reconoce haber sido rebasada por la minería ilegal.

Frente al crecimiento del trabajo irregular de la minería ilegal, la AJAM ha pedido la conformación de “un Consejo” con la autoridad suficiente y capaz de enfrentar a la minería ilegal, en ese Consejo deberían incluirse delegados activos de las FF.AA. y de la Policía Nacional, para aplicar las leyes vigentes y exigir su cumplimiento, en su caso con el uso de fuerza y autoridad de los organismos encargados del cumplimiento de las Leyes.

La denuncia de la AJAM, es apenas parte de un problema mayor que altera seriamente la actividad minera en varias regiones del país y que no puede disponer medidas de fuerza para enfrentar a una minería ilegal, pero organizada en áreas que ocupan, donde la AJAM, está propiamente impedida de ejercer control.

Bajo esas condiciones, la Autoridad Administrativa Minera, ha planteado el refuerzo de su conformación, incluyendo funcionarios uniformados para el ejercicio de su labor en defensa de la minería legalmente establecida.

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