Viernes 08 de abril de 2022

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Por: Prof. Fabiola Gutiérrez Sanjinés
Partimos de las diferencias que se hacen evidentes cuando los profesores emplean métodos antiguos, mismos que no coinciden con los intereses de las nuevas generaciones. Este hecho se refuerza con el actuar de los profesores más jóvenes, quienes parecen comprender el contexto de procedencia de los estudiantes, haciéndolos sentir más cercanos y comprendidos.
El aspecto en el que se logran percibir de manera evidente las diferencias es en el empleo de la tecnología, los profesores con más de quince años de servicio encuentran lejana la posibilidad de alcanzar el nivel de desarrollo de habilidad que las nuevas generaciones tienen para con el empleo de estas herramientas; este sentir coincide con la visión de los estudiantes, quienes admiten que el manejo y dominio de tecnología es más alto que el de sus profesores.
Los profesores, por su parte, perciben que la actitud de las nuevas generaciones no ayuda al desarrollo de su ser profesional, pues se apoyan demasiado de las tecnologías, tanto que no han logrado desarrollar habilidades como el pensamiento lógico, reflexión, análisis y que esta accesibilidad les ha generado una postura de poca responsabilidad hacia sus acciones y decisiones. Sin embargo, estas conductas entendidas como negativas podremos cambiarlas gracias al trabajo continuo en el aula, “Reto que debemos superar”.