Los feminicidios y la pedagogía de la impunidad

La activista, que ganó popularidad con su programa Radio Documental, denunciando diferentes casos de negligencia o corrupción en las instituciones públicas, María Galindo, acuñó el concepto de “pedagogía de la impunidad”, que considera que al no esclarecer las muertes de mujeres, o peor, al haber liberado a más de 100 feminicidas, “se está enseñando a los delincuentes a seguir haciéndolo ya que no les pasará nada, no habrá castigo”.

Hace pocos días, mediante su programa, difundido en las redes sociales, reclamó airadamente que uno de los funcionarios de la Defensoría del Pueblo “no hizo su trabajo”; el 2 de marzo había pedido una lista de los feminicidas con sentencias, que están presos, sus nombres y en qué recintos se encuentran, pero el funcionario, alegando que ella le faltó al respeto, no quiso entregarle nada y terminó señalando que son las víctimas quienes deben solicitar esa información.

En cambio, presentó, junto a su abogada y otra activista de su colectivo Mujeres Creando, un amparo constitucional contra el Presidente Luis Arce y el presidente de la Cámara de Senadores, Andrónico Rodríguez, “por desatender la solicitud de esclarecimiento de cerca de un centenar de feminicidios en que los autores fueron liberados de forma “corrupta””.

Mientras Galindo denuncia que el Estado está “perpetrando una pedagogía de la impunidad”, dos mujeres desaparecidas el mes pasado fueron encontradas muertas, con signos de violencia y ya se tiene aprehendidos a sus agresores, sumando 23 los casos de feminicidio en 3 meses.

Por otra parte, una mujer denunció que fue agredida por su pareja, pero cuando iba a denunciar el hombre se le adelantó y ella fue imputada por violencia, y dijo que ante la inoperancia de las entidades encargadas de defender a las víctimas, decidió contar su historia en las redes sociales.

¿Qué esperan quienes investigan y atienden las denuncias, que hayan más víctimas, o que mueran más mujeres para hacer su trabajo? Valeria, una de las mujeres hallada muerta, luego de que fue estrangulada por su expareja, había presentado dos denuncias previas de violencia física, sexual y económica, y tuvo que dejar a su pequeño de 4 años en la orfandad por la negligencia de quienes atendieron su caso.

Y los de estas mujeres no son los únicos, y no vamos a negar que hay féminas que maltratan a sus maridos, pero con más frecuencia las víctimas suelen ser ellas, pero la saña y la frecuencia es lo que preocupa, muchas ya no se sienten seguras ni en la calle, ni en sus propias casas, algunas son muy jóvenes, pero otras dejan a niños en la orfandad, en todo caso, el dolor de la pérdida que sufren los familiares es igual de intenso y profundo, y nadie, absolutamente nadie tiene el derecho de arrebatarle la vida a otro ser humano.