Incremento salarial ¿sí o no?

Al acercarse el 1 de mayo, Día del Trabajo, comenzó la pulseta por el incremento salarial, nuevamente los empresarios pidieron una reunión tripartita con el Gobierno y los representantes de la Central Obrera Boliviana, COB, pero como cada año la misma fue bilateral entre trabajadores y gobierno, sin escuchar los argumentos de quienes serán obligados a pagar el aumento.

Además, el Gobierno, señaló que es muy probable que a fin de año se pague el doble aguinaldo, ya que en sus proyecciones el PIB crecerá en un 5,1 por ciento, y según un decreto emitido hace unos años, cuando el PIB supera el 4,5 por ciento de crecimiento se debe cancelar esa obligación salarial de parte de los empleadores, que por lo general son sólo los empresarios privados, ya que en la administración pública argumentan no tener dinero.

Desde ya, el crédito fiscal es de 8,5 por ciento, eso quiere decir que el sector público está con déficit en lugar de ganancias, por lo tanto, lo más seguro es que gobernaciones, alcaldías y algunas otras empresas estatales no paguen el doble aguinaldo y veremos qué pasa con el incremento salarial, que según dirigentes de la COB debe ser del 10 por ciento al salario mínimo nacional y de 7 por ciento al básico.

Para los trabajadores es un incremento posible de pagar y no afectará la seguridad laboral, pero los empresarios señalan que cualquier incremento al salario básico o al mínimo nacional afecta en otros ítems como el bono de antigüedad, los aportes a las AFP y otros aportes, y ven imposible hacerlo porque el incremento en un ítem infla las planillas.

Lo que no parece justo es que sólo los empleados y obreros de las empresas privadas sean beneficiarios de esos incrementos, ya que muchas personas trabajan en el sector público y también tienen derecho a un ingreso mejor, ya que los incrementos de sueldos traen consigo la subida de precios de algunos servicios y productos.

Para los empresarios, un incremento salarial puede significar el cierre de muchas empresas, en especial las micro y pequeñas empresas, ya que son las que normalmente no soportan ese tipo de medidas, por otra parte ilustraron su afirmación señalando que este año se tuvo el 6 por ciento de empresas cerradas, lo que equivale a más de 200 de ellas que no soportaron la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus y sus implicaciones.

Para algunos analistas, lo correcto sería que la negociación sobre el incremento salarial debería ser tripartita, para evitar que las decisiones sean politizadas y se llegue a un acuerdo común en el que salgan beneficiados todos los sectores y se pueda garantizar la seguridad laboral, que las empresas sigan creciendo y se logre una positiva recuperación de la economía nacional.