Bolivia está entrampada en tasas de crecimiento promedio de 4,5 %
30 abr 2012
Fuente: La Paz, 28, LA PATRIA
No se trata de gastar más, sino de hacerlo eficientemente
Bolivia está “entrampada” en un crecimiento promedio que bordea el 4,5 por ciento, pese a los altos precios de las materias primas en los mercados internacionales, porque “las condiciones internas que hacen al desenvolvimiento de nuestra economía no son las apropiadas”.
Un análisis de la Fundación Milenio afirma que los cuantiosos recursos que el Estado ha gastado en el pasado reciente no consiguen adecuar un ambiente favorable al desarrollo.
Son muchas las condiciones que están ausentes y que impiden imprimir un mayor dinamismo a la economía nacional. Para citar algunas de ellas, podemos comenzar por el trillado argumento de la falta de seguridad jurídica, y continuar con aspectos menos explorados como el escaso desarrollo de nuestras instituciones, también, la ausencia de infraestructura productiva, entendida en un sentido amplio que incluye no solamente a las carreteras (aquellas que se justifican económicamente y no con caprichos) sino también al abastecimiento de energía, a las telecomunicaciones, al riego y a los servicios urbanos básicos, dice Milenio.
Pero además, es necesario considerar otros aspectos que están relegados de la agenda pública, como son los casos de la educación y de la adopción de nuevas tecnologías que eleven la bajísima productividad nacional.
Todas estas áreas se las desarrolla orientando correctamente el gasto público y privado. En pocas palabras, no se trata de gastar más sino de hacerlo eficientemente. Si no se hace así, no debería extrañarnos que a pesar del significativo incremento del gasto público, la economía nacional tenga todavía un bajo umbral de crecimiento.
El mayor gasto estatal, en un contexto de distorsiones de precios por subsidios cruzados, mal diseñados en sectores clave como el eléctrico o los hidrocarburos, o en un contexto de inflación reprimida porque algunos precios importantes están congelados o fijados administrativamente, o en un ambiente donde el tipo de cambio está sobrevaluado, es muy difícil que se pueda fortalecer el potencial productivo nacional, agrega el documento.
EL GASTO PÚBLICO
Es con ésta óptica que hay que examinar las previsiones del gasto público para éste y los próximos años.
“Sumando los créditos del Banco Central de Bolivia (BCB) para diversos proyectos de las entidades del Estado, aprobados a partir de las leyes de presupuestos del año 2010; los créditos ya contratados de organismos internacionales y que aún no se han desembolsado; más los bonos que pretende el Gobierno ofrecer en los mercados internacionales; el uso de las reservas internacionales; y, los fondos que mínimamente estarán disponibles para las inversiones públicas en los presupuestos anuales de los próximos años, llegamos fácilmente a sobrepasar los $us 20.000 millones, sin duda una cifra que el Estado nunca ha tenido a su disposición para invertirla libremente. Nótese que en éste cálculo, no se ha incluido la proyección del monto que gastará el Estado en las partidas corrientes, que, anualmente, son superiores a las de inversiones”, según el documento.
Tanto dinero merece un mejor destino del que tuvo el que recibió el país hasta ahora, gracias a la bonanza de los precios internacionales de los últimos años, agrega.
Bolivia debería encarar en los próximos años, que coincidirán con el fin de un largo ciclo de buenos precios para las materias primas, corrigiendo las distorsiones que han creado un ambiente de artificialidad como si el boom de las materias primas fuera eterno y, ciertamente, acumulando una pequeña reserva para cuando esta bonanza termine y las cosas se pongan difíciles, advierte Milenio.
Fuente: La Paz, 28, LA PATRIA
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