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Domingo 29 de abril de 2012

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Cultural El Duende

Los ancestros ingleses de Jorge Luis Borges

John Buckley Haslam: crimen y castigo

29 abr 2012

Fuente: La Patria

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John Haslam, primer hijo varón del Reverendo William Haslam, tío de Frances Haslam, tío bisabuelo de Borges, nació el 10 de julio de 1794.

Las búsquedas de datos sobre su vida resultaron en un comienzo totalmente estériles: no aparecían registros matrimoniales ni nacimientos de hijos. Su propia madre, Anne Buckley (esposa del Reverendo Haslam) lo había excluido, incluso, de su testamento. John Haslam parecía –literalmente– haberse esfumado en el aire.

Todo parecía en vano hasta que di con un anuncio en el Staffordshire Advertiser, que anunciaba lacónicamente la muerte de un tal Haslam en Baltimore, Estados Unidos de América. ¿Era éste acaso el hijo del Reverendo?

Bastó buscar en otro diario de la época, el Potteries Mercury para confirmar esta información. El aviso publicado en ese segundo periódico era un tanto más explícito:

El18 [de septiembre] último, en Baltimore, en los Estados Unidos, a la edad de 39 años, falleció Mr. John Buckley Haslam, hijo mayor del Reverendo W. Haslam de Hanley.

Orienté entonces mis esfuerzos genealógicos hacia los Estados Unidos. El nombre de John Buckley Haslam aparecía en registros navales y de inmigración, y fue posible obtener su certificado de naturalización en Norteamérica.

Este documento, redactado en 1824, comienza afirmando que John Buckley Haslam tiene aproximadamente 28 años de edad, y que es nacido en Bolton-Le-Moors, en el condado de Lan caster, Reino de Gran Bretaña. Ofrece a continuación una somera descripción que, en ausencia de retratos, nos sirve para damos una idea, a través de sus señas particulares, del aspecto de este hijo del Reverendo Haslam:

Mide 1,80 m de altura y tiene cabello oscuro y tez blanca. Tiene asimismo una pequeña cicatriz sobre la ceja derecha y unas venas azules perceptibles en la parte superior de su nariz.

Dejando atrás las venas azules de la nariz de John Buckley, la búsqueda debió continuar en la ciudad de Baltimore. Contando con la fecha de su deceso, fue posible encontrar, buscando en los diarios locales de aquella época, un obituario que responde varias preguntas, pero que deja muchas más sin contestar, y añade asimismo un gran enigma a esta cuestión:

¡John Buckley Haslam murió asesinado en circunstancias misteriosas!

Transcribo a continuación la noticia sobre este deceso aparecida diario The Sun, de Baltimore, Maryland, Estados Unidos, el 19 de septiembre de 1837.

MISTERIO

Ayer a las 6 de la tarde, el Sr. John I. Gross llevó adelante una autopsia en la enfermería, sobre el cuerpo de John Buckley Haslam, tras el cual el jurado llegó al veredicto de que éste había muerto por causas violentas.

El examen post mortem demostró de manera suficiente que fue causada por golpes propinados sobre su pecho.

Quién fue el que perpetró tal crimen, o dónde tuvo éste lugar, continúa siendo un perfecto misterio, a pesar de que el pobre hombre sobrevivió a sus heridas durante un tiempo considerable –se mantuvo consciente hasta poco antes de su muerte–, conversó con varios de sus amigos sobre el tema y parecía estar en posesión de todos los hechos.

Sólo una cosa es sin embargo segura: que recibió esas heridas en la noche del jueves pasado, y que durante ese día estuvo en el rendezvous del Marsh Market.

Más allá de todo esto, no sabemos nada: John Buckley Haslam continuó dando pertinazmente respuestas evasivas a todas las preguntas que se le hicieron.

El occiso era nativo de Inglaterra, y había recibido una educación liberal, pero debido a problemas pecuniarios se embarcó en el Servicio Naval de los Estados Unidos hace aproximadamente tres años, del cual fue relevado con honores; desde entonces, con la excepción de un breve intervalo, trabajó como maestro asistente en el seminario del Sr. Reese.

Hemos oído muchas historias, y diversas conjeturas, pero los arriba mencionados son los únicos hechos de importancia que han surgido de la investigación del forense.

De este anuncio se desprende que John Buckley Haslam era –como muchos de sus hermanos– maestro, y que seguía la vocación religiosa de sus mayores. Pero ahí se terminan las similitudes. Este texto genera, de hecho, muchos más interrogantes que certezas. Dado que los Haslam eran una familia honorable y de buen pasar, ¿qué clase de problemas pecuniarios pueden haber obligado a uno de sus miembros a escapar embarcándose en el Servicio Naval de Norteamérica? ¿Por qué no pidió ayuda a sus hermanos? ¿De quién o de qué huía?

Sea como fuere, el destino lo alcanzó. Alguien lo molió a golpes en la ciudad de Baltimore, y cualesquiera que fueran las razones que desataron ese castigo, éstas eran evidentemente tan ignominiosas que John Buckley Haslam se negó a decir nada al respecto, y se rehusó incluso a señalar a sus atacantes.

Los interrogantes continúan: ¿por qué se negó a hablar? ¿Quién lo mató y por qué? ¿Acaso había contraído más deudas a través de vicios o apuestas, y no quería confesarlo? ¿O era algo más grave aún?

No lo sabemos. Las circunstancias de su muerte jamás fueron aclaradas; entre los Haslam nadie volvió a nombrar a John. ¿Se enteraron acaso sus hermanos, alguna vez, de las verdaderas razones de su fallecimiento? ¿Supo Edward Young Haslam, bisabuelo de Borges, los motivos por los que su hermano había sido asesinado en otro continente?

Frances, abuela inglesa de nuestro escritor, y sobrina del desventurado John Buckley Haslam, nació en 1842, es decir, cinco años después de la desaparición física de este último, y es muy dudoso que sus familiares le hayan contado cómo terminó sus días este tío que jamás conoció.

Es posible que debamos el silencio absoluto que la familia Hasslam guardó acerca de John Buckley Haslam a este crimen inexplicable. El Reverendo y sus hijos decidieron quizá callar y olvidar para siempre el destino terrible de quien había sido, tal vez, la oveja negra de la familia.

En tal caso, nosotros somos los primeros en enteramos de esta muerte violenta de este antepasado de Borges, acaecida hace más un siglo.

Martín Hadis.

Escritor e investigador argentino, 1971

Fuente: La Patria
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