Martes 08 de marzo de 2022

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Lo pasado con más de dos años del letal virus, no parece ser más que suficiente para no repetir un pasado difícil; es preciso que todas las naciones hayan aprendido y eviten lo que han padecido que busquen siempre cambios que resulten constructivos y eviten la repetición de guerras y abriguen la esperanza de que se aprendieron las grandes lecciones y se impidan tiempos tenebrosos de la humanidad por tener más que suficiente con las pandemias sufridas. El mundo debe hablar sobre construir sobre fundamentos de paz, libertades y justicia; no hacerlo implicaría reiterar los sufrimientos.
Niños, jóvenes, maestros y padres de familia deben reunirse en un haz de voluntades para desterrar lo pasado y actuar conforme a lo que son los valores y principios aprendidos en base al dolor y los sufrimientos; todo ello forjará el carácter de las personas y valorará más lo que tiene y debe cuidar; se debe tener la certeza de que podemos vencer la batalla final y evitar yerros. Corresponde una debida formación en virtudes para la juventud con miras a que fortalezcan sus valores y principios esta vez acrisolados por el dolor y el sufrimiento.