Fronteras descuidadas

Mientras los vecinos buscan proteger sus fronteras, no tanto de los bolivianos, aunque sí de algunos que se dedican a la delincuencia, pero se preocupan por resguardarlas de las migraciones ilegales y de grupos que se dedican al contrabando y al tráfico de drogas.

Chile de manera reciente anunció que ampliará “la zanja” abierta para frenar la migración ilegal, y hace poco hicieron un “mantenimiento” a la zanja abierta por el ejército boliviano.

Cuando los carabineros chilenos se movilizaron para hacer el mantenimiento de esa zanja, un poblador boliviano de la frontera denunció movimientos irregulares de maquinaria pesada, ya que estaban realizando esos trabajos en territorio boliviano, pues claramente se veía el hito que marca el límite del territorio nacional a las espaldas de los carabineros.

Supuestamente Chile asumió la decisión de cavar una zanja profunda, en su territorio colindante con Bolivia, para frenar el ingreso ilegal de migrantes, la mayoría que se traslada desde Venezuela en busca de días mejores, pero al menos 23 de ellos murieron en el intento en el reciente año, intentando cruzar esa frontera.

Por el lado de Brasil, la preocupación es un tanto distinta, pues ese país cerró sus fronteras ante los contagios de coronavirus que se presentaron, pero ya estaban estudiando esa posibilidad frente a las denuncias de un descarado incremento en el tráfico de drogas, y la negativa del Gobierno boliviano de creer en las denuncias de que en este país operan traficantes del cártel Comando de la Capital, cuyo bastión está en Brasil.

Argentina también se planteó hace tiempo el cierre de sus fronteras, ante la propagación del coronavirus y también el tráfico de estupefacientes, sin embargo, al parecer ahora les conviene que sigan abiertas porque los bolivianos pasan al lado argentino a comprar mercadería para comerciar en Bolivia por los bajos precios que tienen sus productos.

De las otras fronteras poco se sabe, pero siempre estuvo presente la crítica de que las fronteras están descuidadas mientras los militares se concentran en cuarteles en las ciudades y no son de gran utilidad, sobre todo porque están entrenados para disparar armas de grueso calibre o armas de guerra, por lo que cuando salen a reprimir protestas suelen haber bastantes muertos.

Es importante que el ejército boliviano resguarde sus fronteras, porque se lamenta mucho las pérdidas territoriales del pasado, que fueron grandes, sin embargo, nadie habla ahora de las pérdidas que sufre el país en pequeña escala, pero que con el tiempo pueden tornarse en significativas y como señala el dicho, los bolivianos tendremos que ir “a llorar al río”.