Can carnavalero se roba la admiración del público

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Un can criollo, bautizado con distintos nombres como “Firulais”, “Petar2”, “fiestero”, entre otros, se robó la admiración del público e incluso fue tendencia en redes sociales, luego de hacerse “visible” en el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

La mascota blanca con manchas cafés estuvo en diferentes sectores de la ruta del Carnaval e hizo de las suyas al perseguir y ladrar a la pirotecnia que se hacía explotar durante el paso de los conjuntos folklóricos. Por ahora se desconoce su origen, sin embargo, no es reciente su aparición.

El can ya estuvo presente durante la celebración de los actos protocolares del 10 de Febrero con motivo del aniversario de la gesta libertaria de Oruro. Fue en ese acto del mismo día, que LA PATRIA logró fotografiar a la mascota, cuando el Presidente de Bolivia, Luis Arce, hacía su pasó para saludar al Ejército en la misma calle de la Gobernación.

Algunos testigos, principalmente periodistas señalaron que también se lo observó durante las manifestaciones realizadas en la Plaza 10 de Febrero.

CARNAVAL

Durante el Último Convite y la Entrada del Sábado de Peregrinación, no pasó desapercibido, tras estar presente con mucha energía, incluso saltó en un par de oportunidades para intentar atrapar un dron que sobrevolaba por la calle Presidente Montes, en la Plaza 10 de Febrero.

Entre aplausos y gritos, después en miles de comentarios en redes sociales se llevó la admiración del público, que pidieron sea adoptado por algún buen corazón, sin embargo, el can es callejero y por lo percibido le llama mucho la atención las fiestas, principalmente donde existe detonación de petardos y pirotecnia.

PETARDOS

Oruro ya tuvo un can similar, fue bautizado por LA PATRIA como “Petardos”, apareció aproximadamente por el 2005. Este can era fiestero ciento por ciento, se lo veía donde había un preste o desfile, le llamaba mucho la atención los petardos y la pirotecnia, tras reventar el explosivo, se encargaba de sacar de la ruta y llevárselo fuera para destrozarlo. No le gustaba las manifestaciones.

Sin embargo, era tanto, la pólvora ingerida que terminaba después del Carnaval, completamente intoxicado. Su lugar de descanso era por el sector de la Catedral. Personas de buen corazón lo atendían e incluso en una oportunidad, después del Carnaval fue llevado a un veterinario, para que le administren suero, debido a su alta intoxicación.

Posteriormente y luego de aparecer en un sin número de fiestas, fue recogido de la calle, porque le salió una especie de tumor debajo del hocico, y era tan grande que le colgaba como una bolsa.

De la misma manera y por impulso de LA PATRIA, una señora representante de una entidad defensora de animales y en ese entonces, el oficial Limbert Oporto, encargado de Radio Patrullas 110, fue llevado a una veterinaria para su operación.

Tras la intervención, el can permaneció unos días en la casa de un periodista, quien lo atendió con dieta blanca y los medicamentos que requería para su sanación. Una vez que recobró fuerzas y la herida prácticamente estaba curada, aprovechó un descuido para huir. A partir de ese momento no se supo más de Petardos, pero poco después se supo que se le practicó eutanasia.

Fuente: LA PATRIA